Cardama presentó avales bancarios y Uruguay detuvo cuenta regresiva

El gobierno uruguayo estudiará la nueva documentación y le responderá al astillero español que además pidió un número de cuenta bancaria para depositar el dinero de la garantía.
septiembre 7, 2024
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Montevideo, 15 de diciembre de 2023. La firma del acuerdo celebrado entre Cardama y el gobierno uruguayo para la construcción de dos patrullas oceánicas.

Al filo del vencimiento del plazo que le concedió el Ministerio de Defensa del Uruguay, Mario Cardama Barrientos, presidente del astillero español del mismo nombre, presentó al gobierno uruguayo dos avales bancarios “para su analisis” y, al mismo tiempo, le pidió un número de cuenta para depositar de forma “total o parcial” el dinero de la garantía aspecto que la empresa maneja como una “posibilidad”. 

Cardama debía depositar este viernes en efectivo la garantía de Fiel Cumplimiento por 4 millones de dólares (un 5 % del monto total del contrato firmado el 15 de diciembre de 2023) según el contrato celebrado con el gobierno uruguayo para construir dos patrulleras oceánicas por un total de 82.270.000 euros para la Armada Nacional.

“Siguiendo con nuestras conversaciones sobre las garantías del contrato de la OPV, para cumplir con el requerimiento del aval de FIEL CUMPLIMIENTO adjunto les enviamos dos avales bancarios para su análisis”, sostiene la carta enviada por Cardama al Ministerio de Defensa, a la cual tuvo acceso Portal Marítimo.

“Al mismo tiempo, como ya les informamos, estamos tratando la posibilidad de depositar la garantía en dinero en una cuenta bancaria del ministerio, para esta posibilidad solicitamos nos informen del número de cuenta del depósito, así como la referencia para el depósito total o parcial del importe de la garantía.

Saludos cordiales

Mario Cardama Barrientos”, agregó el titular del astillero, en la misiva membretada y fechada en Montevideo. Con este último paso, el empresario español espera poder completar los requisitos exigidos para que el contrato entre en vigencia.

Antes que esto y ante la falta de avales, Cardama, con el asesoramiento del estudio Guyer&Regules,  había recurrido a la financiera uruguaya Abitab como garante a través de un préstamo. El viernes de la semana pasada, parecía haberse alcanzado un acuerdo para que Abitab respaldara la operación. Por este motivo, Mario Cardama viajó especialmente al Uruguay y el lunes siguiente fue recibido por el directorio de la firma. Finalmente, al otro día, el martes 3 de setiembre,  se le comunicó al empresario que la operación no se ejecutaría.

Fuentes oficiales dijeron a Portal Marítimo que la respuesta de la financiera “fue una sorpresa” para el gobierno y la propia empresa que habían dado como un hecho el acuerdo. El semanario local Búsqueda informó que “durante toda la semana pasada fueron continuos los llamados a ejecutivos de Abitab desde distintos sectores políticos y militares”. Pero por otro lado, Abitab no es un banco. Es una empresa uruguaya de servicios financieros, dedicada a la gestión de pagos y cobranzas. Fue creada en el año 1993 por un grupo de agentes oficiales de quinielas de Montevideo, quienes pretendieron conformar desde sus inicios, la primera red de locales en este rubro en Uruguay.

Este revés pareció sentenciar en forma definitiva la suerte de este acuerdo con el gobierno uruguayo. No obstante, a pedido del astillero, el Ministerio de Defensa otorgó a Cardama un plazo definitivo de 72 horas para conseguir el dinero y depositarlo en una cuenta del Ministerio de Defensa, que venció este viernes 6 de setiembre.

En prácticamente ocho meses, transcurridos desde la firma del acuerdo, Cardama no había podido obtener el aval para cumplir con las garantías estipuladas en el contrato de los dos buques patrulleros oceánicos (OPV) para la Armada Uruguaya. En ese periodo, para la constitución de las garantías, el astillero manejó varias opciones`que no prosperaron, como la española Pymar SA o el propio Banco de Seguros del Estado uruguayo, que finalmente optó por no formar parte del acuerdo.

El pasado 8 de agosto, el ministro de Defensa, Armando Castaingdebat, informó ante la Comisión de Defensa del Senado que el gobierno continuaba a la espera de que el astillero depositara el dinero en efectivo en una cuenta del ministerio; de lo contrario, se darían por terminadas las conversaciones. “Este es un tema que no da para más”, afirmó.

“Estamos a la espera de que se deposite esa plata en efectivo en una cuenta del ministerio. De constituirse la garantía, se procedería al primer desembolso y se comenzaría con la construcción de las OPV. Ustedes me preguntarán cuándo se va a hacer el depósito. Creo que tiene que ser en los próximos días. Este es un tema que no da para más y si no se procede al depósito, daríamos por terminadas las conversaciones”.

Como consecuencia de sucesivas prórrogas, los plazos de construcción se estiraron más de lo programado. El contrato estableció que la fecha de entrega sería de 18 meses para el primer barco y a partir de ahí, otros 12 meses para la entrega del segundo buque. El gobierno uruguayo pretendía contar con ambos buques en febrero del año próximo, antes del cierre del mandato.

“Se estudiará lo que mandó y se responderá”

Anoche, una alta fuente del gobierno uruguayo se mostró muy cauta ante el nuevo anuncio de Cardama. No obstante, en diálogo con Portal Marítimo, afirmó que el gobierno uruguayo “estudiará lo que Cardama mandó y se le responderá”. 

“Se sigue adelante; vamos a analizar los avales y esperaremos el depósito”, reafirmó el informante, sin dar más detalles. Sobre el depósito, hasta la noche del viernes no había novedades. “Sabremos el lunes”, agregó. No obstante, a modo de conclusión, comentó: “se entiende que el astillero procederá a efectuar el depósito del dinero; para algo pidieron los números de cuenta”.

La dificultad de Cardama de conseguir avales se unía a los informes que indicaban que el astillero se encuentra al borde de la quiebra, lo que justificaría que ningún organismo de crédito les otorgue las garantías. No obstante, en su último movimiento, Cardama logró presentar dos avales de bancos europeos.

El astillero, antes de recibir el primer dinero del gobierno uruguayo,  debía elevar una garantía de reembolso por el 100% del pago del primer anticipo que efectúe Uruguay y otra garantía de fiel cumplimiento por el importe del 5% del total del contrato. El primer aval fue otorgado pero Cardama hasta ahora no ha podido cumplir con el segundo.

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