El Greg Mortimer regresó a Uruguay

Entre los pasajeros llegó el australiano que hace dos años besó suelo uruguayo.
octubre 19, 2022
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Después de permanecer varado en el puerto de Montevideo seis semanas al inicio de la pandemia, el Greg Mortimer volvió al puerto de Montevideo para que los pasajeros que no pudieron completar el crucero por los casos de  Covid-19 puedan retomarlo. Esta vez el viaje partió de Montevideo como forma de reconocimiento a las autoridades que brindaron asistencia a los turistas y a la tripulación. En ese marco, se hicieron varios homenajes. Incluso, niños de una escuela del interior del país pudieron conocer el buque por dentro.  “Fue un modo sencillo de decir ‘gracias’”. Esas fueron las palabras del australiano Jesz Fleming para resumir un gesto que emocionó al Uruguay y al mundo durante la etapa más dura de la pandemia: el hombre besó el suelo uruguayo antes de subirse a un avión que lo llevaría de regreso a Australia luego de llegar a Uruguay en el crucero Greg Mortimer y de ser atendido por Covid-19 en el Hospital Británico.  Fleming y su esposa regresaron a Uruguay a dos años de lo sucedido y fueron recibidos con un agasajo especial por parte del Ministerio de Turismo. Tras ese encuentro, Fleming recordó el episodio, que se dio en el marco del corredor sanitario especial que el gobierno uruguayo dispuso para evacuar a los pasajeros que se encontraban varados en el crucero. 

“Estaba con una máscara, así que era la única forma de poder demostrar mi aprecio y gratitud al gobierno de Uruguay; a su gente; a los doctores, enfermeras y el personal del hospital. Fue un modo sencillo de decir ‘gracias’”, dijo el hombre a Telemundo, mientras se mostraba junto a su esposa envueltos en el pabellón nacional. 

Hace dos años y medio, más de 200 pasajeros se embarcaban en un crucero sin sospechar que el viaje que los esperaba estaría marcado por una enfermedad que causó muertes, generó miedo, cerró fronteras y frenó la actividad económica. En total, 216 turistas y la tripulación del Greg Mortimer quedaron varados en alta mar cuando los puertos se les cerraban debido a los casos confirmados de la enfermedad a bordo. El gobierno uruguayo los asistió, brindándoles atención médica y alojándolos en hoteles para pasar la cuarentena o centros hospitalarios en caso de ser necesario.

Luego el gobierno estableció corredores sanitarios que los llevaron en ómnibus especiales hasta  el aeropuerto para regresar a sus países de origen. 

Ahora varios pasajeros podrán terminar el viaje de 24 días que los llevará a la Antártida pasando entre otros lugares por Islas Malvinas y Ushuaia. Emprenderán el viaje en el mismo barco, incluso en el mismo camarote donde estuvieron seis semanas frente a las costas uruguayas.

Este martes, previo a la partida del barco, a las 21:00 horas, hubo un cocktail como agradecimiento a las autoridades uruguayas que decidieron permitir que el buque permaneciera en Montevideo pese a los riesgos sanitarios que implicaba y el personal médico que los asistió.

Algunos pasajeros incluso,  llegaron a Uruguay con días de antelación. Querían conocer el país que solo pudieron divisar desde la costa o en un ómnibus, y agradecer la atención que Uruguay les brindó.

Ceremonia religiosa a bordo 

El cura uruguayo Juan Andrés Verde fue el encargado del servicio religioso a bordo del crucero.

Los pasajeros y tripulantes del Greg Mortimer que estuvieron varados en Uruguay durante la pandemia rindieron homenaje este lunes a un tripulante fallecido por Covid-19 en nuestro país.

En una ceremonia íntima, a puertas cerradas, sin autoridades ni prensa, los 45 pasajeros volvieron al crucero, que atracó nuevamente en el puerto de Montevideo, para rendir homenaje a Rony.

Charlie, un pasajero australiano, recordó al tripulante fallecido. “Rony era gentil, amable, una linda persona”, contó, y agregó: “Una de las cosas atinadas que hicimos fue juntar dinero para su familia en Filipinas”.

En tanto, el cura uruguayo Juan Andrés Verde fue el encargado del servicio religioso a bordo del crucero. “Hicieron una oración muy bonita, un recordatorio y una acción de gracia por todos los médicos y los uruguayos que fueron capaces de autotrascenderse en un momento tan difícil y ponerse al servicio de ellos. Ellos están sumamente agradecidos. Fue un momento muy especial”, dijo.

El capitán del Greg Mortimer recibió un rosario, según Verde, como recordatorio de que siempre tendrán abiertas las puertas en Uruguay. “Uruguay es un país que no es católico, pero lo que lo hace grande es su gente, la solidaridad de los uruguayos. En ese momento se sintió un aplauso muy grande”, apuntó.

“Este país nos cuidó como nadie en la Tierra y quisiera decirles: ‘Muchas gracias, Montevideo’”, concluyó el pasajero australiano.

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