Como presidenta de la Liga Marítima Uruguaya y ahora, con gran orgullo, alumna de la primera edición de la Maestría en Asuntos Marítimos, me siento doblemente emocionada al celebrar el inicio de este programa histórico en la Escuela de Guerra Naval.
Este 27 de mayo no solo marcó un hito para la educación marítima en nuestro país, sino también un punto de inflexión en mi propio camino profesional.
La inauguración de esta maestría, un sueño largamente acariciado por muchos de nosotros en el sector marítimo, es el resultado de años de trabajo y dedicación por parte de visionarios de la Armada Nacional y la Escuela de Guerra Naval.
Como presidenta de la Liga, he sido testigo de primera mano de este esfuerzo y me enorgullece ver cómo se ha materializado en un programa académico de excelencia.
Al ingresar a esta maestría, me uno a un grupo diverso y talentoso de profesionales que comparten la pasión por el mar y el compromiso con el desarrollo sostenible de nuestro país.
Juntos, exploraremos los desafíos y oportunidades que enfrenta nuestro sector, desde la logística portuaria hasta la gestión ambiental marina y el derecho marítimo.
Como alumna, espero no solo adquirir conocimientos y habilidades especializadas, sino también ampliar mi perspectiva y fortalecer mi capacidad de liderazgo. Estoy convencida de que esta experiencia nos permitirá contribuir aún más al desarrollo de nuestro sector marítimo y al bienestar de nuestra nación.
La Maestría en Asuntos Marítimos es un faro que ilumina el camino hacia un futuro marítimo más próspero y sostenible para el Uruguay.
Como presidenta de la Liga Marítima y como alumna, he asumido el compromiso de aprovechar al máximo esta oportunidad y de poner mis conocimientos al servicio de nuestra comunidad marítima.
Invito a todos los profesionales del sector marítimo a considerar la posibilidad de unirse a esta emocionante aventura académica. La Maestría en Asuntos Marítimos es una inversión en el futuro de nuestro país.
La pradera azul ya no es un sueño, empieza a ser realidad y los uruguayos ya no estamos tan de espaldas al mar.
Podemos construir un Uruguay marítimo más fuerte y resiliente