El canciller Omar Paganini hizo uso de la palabra en la reunión del Consejo de Mercado Común que tiene lugar en Asunción. Hizo hincapie en que “es abriéndose al mundo que el MERCOSUR puede conseguir sus objetivos”
El canciller del Uruguay, Omar Paganini, hizo uso de la palabra en la LXIV Reunión del Consejo de Mercado Común, este domingo 7 de julio, en Asunción, donde este lunes se realizará la cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, en la cual Uruguay recibirá por el próximo semestre la Presidencia pro-témpore.
Paganini reconoció el trabajo realizado por Paraguay y destacó algunos hitos de la gestión como la continuidad del Foro Empresarial; el encuentro de diplomacia científica; el seminario sobre infraestructura; el abordaje de asuntos de propiedad intelectual y el Seminario de Alto Nivel que se llevó a cabo en el mes de abril.
En términos de gestión concreta, felicitó a su par paraguayo por el lanzamiento de las negociaciones con los Emiratos Árabes Unidos y destacó las decisiones adoptadas a nivel de la Comisión de Comercio del MERCOSUR de iniciar trabajos para abordar las medidas que afectan al comercio intrazona, así como la promoción de intercambios que tengan como objetivo asegurar un buen funcionamiento de las Áreas de Control Integrado.
No obstante, cuestionó la vigencia de medidas no arancelarias intrazona pese a que su eliminación “es un mandato del artículo 1 del Tratado de Asunción y hemos tenido desde 1991 numerosos ensayos”.
Recordó que ese proceso comenzó hace más de 30 años pese a lo cual “ siempre reconocemos que estamos aún distantes de una zona de libre comercio; no necesariamente en términos de eliminación arancelaria, sino de las medidas de carácter administrativo, financiero, cambiario o de cualquier naturaleza, mediante la cual alguno de nosotros como Estados Parte impide o dificulta el comercio recíproco”.
Por otra parte, afirmó que “es clave evitar duplicación de controles en frontera, con reexámenes de parámetros ya convenidos, costosísimos en términos de tiempo y de dinero”. “Tenemos que dar valor práctico y efectivo a la certificación de autoridades nacionales de control, las que por otra parte ya fueron auditadas y reconocidas mutua e internacionalmente”, agregó.
Respecto a las negociaciones externas, remarcó que “el proceso con la Unión Europea se vio una vez más demorado y con fuerte incertidumbre” y puntualizó que “muy en contra de los intereses y visión uruguaya: debimos haber cerrado esta negociación el año pasado cuando estaban las condiciones dadas luego de tantos años” y lamentó que “el panorama para lo que resta del año, está lejos de ser mejor y era anticipable”.
Señaló que esta negociación “estaba prácticamente cerrada y no debimos correr riesgos de reapertura”, no obstante lo cual, dijo que Uruguay mantiene el “firme compromiso de retomar prontamente los intercambios sobre las cuestiones pendientes, con miras a concluir este proceso que es prioritario tanto económica como geopolíticamente”. “Cuenten con nosotros para acelerar el proceso”, les anunció.
El canciller uruguayo lamentó que “las negociaciones de los asuntos pendientes no están avanzando en la medida de las expectativas de Uruguay” pero además “se sumaron nuevos elementos, algunos de los cuales son sumamente sensibles y, como tales, nos alejan del objetivo de Uruguay”. En ese sentido, mencionó la “pronta firma del EFTA con una de las más importantes economías en desarrollo como lo es la India”. “No es posible que con el MERCOSUR no acontezca lo mismo”, afirmó.
Por otra parte, destacó avances con los Emiratos Árabes Unidos. Paganini se refirió más adelante a la visión de Uruguay respecto del mundo, la región y el enfoque acerca de la presidencia pro-tempore.
Indicó que la coyuntura global “no es particularmente auspiciosa” y apuntó que “el crecimiento económico en el mundo desarrollado es escaso” aunque parece haber sido exitoso en el manejo de sus política monetarias y la consecuente desinflación global. Por otra parte, manifestó que China “se encuentra en una fase de ralentización de su demanda, y buena parte de nuestra América Latina continúa con índices bajos de crecimiento”.
Indicó que Uruguay ve con “enorme preocupación como los riesgos políticos aumentan y los patrones de comercio y la competitividad se distorsionan” y señaló que “la tendencia a una organización geopolítica del comercio, donde los flujos de comercio, inversiones, mano de obra y circulación de tecnología se acentúan siguiendo una lógica de bloques geopolíticos no es positiva para nosotros”. “Es cierto que no está dirigida contra nosotros, pero nos impacta, a través de distintos canales, en especial si se acentúan las guerras comerciales, si recrudecen conflictos como el de Ucrania o Medio Oriente, si se profundiza esta economía de bloques” y se impacta con ello el crecimiento global.
Enumeró que “son preocupantes las políticas industriales relanzadas desde una perspectiva neo-nacionalista y geopolítica” y agregó que “la guerra de subsidios ya sabemos los costos que tiene, en especial para tesorerías más débiles como las nuestras que no pueden hacer frente”. “Es crecientemente preocupante la aparición de una batería creciente de medidas de subsidios domésticos, barreras comerciales o exigencias de contenido local; a veces fundamentadas en razones de seguridad nacional; en preocupaciones geopolíticas, estratégicas o medioambientales. Esta preocupación es mayor cuando vemos el contexto de debilitamiento extremo del sistema internacional, particularmente de las normas y órganos de solución de diferencias de la OMC”,afirmó.
Agregó que “la ausencia para el MERCOSUR de una red de acuerdos internacionales comerciales que sirvan de ‘red de contención’ y garanticen condiciones de acceso y certidumbres para la inversión, nos muestra un marco de vulnerabilidad, tanto o más importante que las barreras comerciales que enfrentamos en terceros mercados” por lo que “allí hay unaurgencia,comolo vieneseñalandoUruguaydesdehacedécadas”.
Respecto a las fortalezas, señaló que “nuestraregiónesunadelasmayorespotenciasbio-económicasmundiales” con mucho que aportar en materia de transición energética y seguridad alimentaria a nivel global. “Ya somos la mayor potencia exportadora neta de alimentos, sanos, trazables y sustentables. Si el mundo no contara con los países del MERCOSUR, como origen de proteínas animales o vegetales o como abastecedores de energías renovables y biocombustibles el costo económico y ambiental sería inconmensurable”. En ese sentido, se preguntó que “¿cómo y por qué siendo la principal potencia agroexportadora neta a nivel mundial, somos también la zona que enfrenta las tasas arancelarias más altas para los alimentos que producimos? ¿Cómo es posible que en China, Japón, Corea, Medio Oriente, Canadá, Europa y tantos otros destinos comerciales, nuestros alimentos sean los que paguen las mayores tasas?”. En ese sentido, dijo que “esa es la pregunta que insistentemente se hacen todos nuestros sectores agroindustriales, en los cuatro países, sin excepción”.
Por esa raón, “Uruguay coincide en que es necesario y oportuno colocar la reflexión sobre el MERCOSUR en el centro de la agenda ministerial”. En ese sentido, dijo que el MERCOSUR en los próximos años “debe continuar siendo guiado por los principios rectores de pragmatismo, gradualidad y equilibrio que el Tratado de Asunción recoge y que reflejan los principios fundadores que Argentina y Brasil insertaron en sus primigenios tratados” y agregó que las tres prioridades para este próximo semestre deberían ser:
- “1)En primer término, como objetivo realista a nivel de integración económica, tenemos que proponernos perfeccionar al MERCOSUR como Zona de Libre Comercio, 2) Una segunda temática que entendemos estratégica, es la de mejorar la infraestructura logística, de transporte y conectividad y 3)es imprescindible profundizar la agenda externa, logrando mejor inserción internacional en un contexto global complejo”.
Y todo esto, puntualizó, debe hacerse “con el telón de fondo de la revolución digital y de la necesaria transformación energética que abarca transversalmente muchos aspectos”.
Respecto del primer objetivo entonces, indicó que Uruguay, durante la presidencia pro-tempore, proseguirá los trabajos de identificación y eliminación de barreras al libre comercio en el MERCOSUR y propondrá dar continuidad a los trabajos en materia de adecuación y actualización del régimen de origen, y adaptación y convergencia del proceso regulatorio del bloque.
En cuanto a la infraestructura e integración física, señaló que “es clarísimo que resultan estratégicas, sea que avancemos en forma conjunta o de manera bilateral, dando lugar a esa subsidiariedad que mencionamos” y agregó que hay que plantearse “una nueva geografía del transporte que beneficie la competitividad y acerque a nuestros ciudadanos”.
En tal sentido, indicó Paganini, “vemos con beneplácito los avances en diversos frentes, muchas veces bilateralmente, pero que sirven a todo el bloque”. “Hicimos en acuerdo con Brasil el aeropuerto internacional de Rivera, a pocos kilómetros de la frontera, el primer Aeropuerto binacional en Sudamérica. Lo tenemos ahora que aprovechar en beneficio, entre otros, de la reconstrucción del estado de Rio Grande do Sul.
También mediante acuerdo entre Uruguay y Brasil, se encuentra ya en listo para comenzar la construcción del segundo puente sobre el río Yaguarón, y por adjudicar el dragado y señalización de la hidrovía en el Canal San Gonzalo, que une la laguna Merín y la Lagoa Dos Patos. Esto nos permitirá cambiar la matriz productiva del este de Uruguay y la parte más meridional del Brasil, utilizando el puerto de Río Grande. Esperamos se pueda adjudicar a la brevedad dicha obra”.
Por otra parte, añadió, “hemos recibido noticia de que Paraguay ha comenzado trabajos de desrocado en la hidrovía, en el río Paraguay, al mismo tiempo que se avanza en la negociación con Argentina sobre el régimen de peajes en los diferentes tramos de la hidrovía Paraguay – Paraná”. Por último, “mediante acuerdo con Argentina en la CARP, se acordó dragar a 14 metros el acceso al Puerto de Montevideo, y es nuestro firme propósito que esto sirva a toda la hidrovía, así como auguramos otras obras de infraestructura portuaria en Argentina, en Paraguay, y también en nuestro país para seguir potenciando esta plataforma, la hidrovía, que es crucial para todos. Asimismo, estamos avanzando en acuerdos de cielos abiertos, para mejorar la conectividad aérea”.
En relación con todo esto, indicó que Uruguay continuará apoyando “instrumentos útiles e imprescindibles para los socios menores como es el FOCEM, como mecanismo que contribuye a la reducción de las asimetrías dentro del bloque”. “En ese sentido, vemos con beneplácito la próxima aprobación de proyectos, como por ejemplo los dos presentados para la rehabilitación de la ruta 6 en nuestro país”, afirmó.
Mencionó que la interconexión a nivel energético es clave por lo que “el proyecto de nuevos gasoductos entre Vaca Muerta, el Paraguay, Uruguay y el Sur de Brasil, también muestran oportunidades de integración física, esta vez a nivel energético”.
Otro punto de encuentro, indicó, es la “construcción de una visión común del MERCOSUR en materia de sostenibilidad”.
Para ello, apuntó Paganini, “pondremos a consideración de los socios una serie de propuestas que dan continuidad a los trabajos iniciados en 2022, con la creación del Grupo Ad Hoc sobre Comercio y Desarrollo Sostenible, pero que también implican iniciativas innovadoras y concretas, como ser la realización del primer foro MERCOSUR sobre energías renovables”.
Por último, en cuanto a la agenda externa, indicó que “ésta es crítica para Uruguay y, me permito decir, para todo el bloque, en este mundo impredecible y crecientemente proteccionista”. “Hoy podemos constatar que tenemos una agenda externa numerosa en cuanto a cantidad de procesos, pero muy limitada en cuanto a resultados”.
Anunció que Uruguay buscará durante su PPTU “la realización del VII Reunión del Mecanismo de Diálogo” por entender que una instancia de diálogo con la segunda economía del mundo, China, y uno de los principales socios comerciales de la región debe permitir la identificación de instrumentos que mejoren en forma tangible nuestra integración comercial con ese país”.
Pero además, “no escatimaremos esfuerzos para profundizar los acercamientos con Japón, Vietnam y explorar la posible conclusión de las negociaciones con Canadá”. “También con países hermanos de Latinoamérica, que seguramente estarán interesados y podemos avanzar con ellos para ir fortaleciendo el espacio económico y de comercio regional, tan relevante”.
“Estamos comprometidos en explorar soluciones alternativas equilibradas y creativas en beneficio tanto de cada uno de los socios y como del bloque en su conjunto. Esto implica tratar de avanzar todos juntos, cuando sea posible, pero tenemos que encontrar mecanismos para avanzar a diferentes velocidades, cuando sea necesario”.
“Y esto es así porque entendemos que, sin oportunidades comerciales relevantes, al menos en el caso de Uruguay, vemos seriamente interpeladas nuestras posibilidades de desarrollo a futuro; es a través del comercio internacional que lograremos una mayor diversificación, productividad y competitividad de nuestra economía. Lo necesitamos para poder dar un salto tan necesario al desarrollo”.
Por otra parte, insistió también en el planteo de “redinamizar la agenda externa porque entendemos que es abriéndose al mundo que el MERCOSUR puede conseguir sus objetivos”.
“Este es un llamado a valorizar el bloque, a aprovechar nuestras fortalezas y a cimentar la confianza entre nosotros y, sobre todo, de los ciudadanos y empresas en el MERCOSUR, para construir un porvenir que aplicando esos principios de gradualidad, flexibilidad y equilibrio nos permita avanzar, preservando el conjunto y alcanzando también las metas individuales que todos legítimamente tenemos”, culminó.