La bajante del río Paraná está generando problemas para el tránsito sobre la hidrovía, complicando la logística y generando mayores costos especialmente para los exportadores en la región del Up River, responsable del 76% de las cargas de granos, harinas y aceites de la Argentina en 2023.
Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, la altura del río Paraná se ubica apenas por encima del medio metro, alcanzando mínimos de enero de 2023. El nivel promedio de la primera semana de septiembre fue el segundo más bajo desde 1970. La carga promedio de los buques en agosto se ubicó un 6% por debajo del mismo mes del año pasado.
“Varios barcos no salen de los puertos porque el río sigue bajando y, sencillamente, no se puede navegar con el riesgo de quedar varado”. Hay buques fondeados de San Nicolás, Villa Constitución y Rosario, informó NA.
“Los costos por un menor nivel de agua en el Paraná pueden incluir la necesidad de ajustar el volumen de carga en determinados tipos de buques en el Gran Rosario tanto para el ingreso como para el egreso de mercadería; costos superiores frente la necesidad de efectuar completamiento de carga en otros puertos; pérdidas que sufre el complejo agroindustrial local por menores precios de exportación, con presiones a la baja de primas FOB, entre otros factores”, señala el reporte de la BCR.
El promedio de cargas para los buques secas a granel, que trasladan granos y harinas vegetales, se ubica apenas por encima de las 34.000 toneladas en los últimos dos meses, mientras que el año pasado se ubicaba en 36.000 toneladas en agosto del año pasado y en abril de este año.
Puerto de Bahía Blanca
Uno de los beneficiados es el Puerto de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, donde ingresarían medio millón de toneladas adicionales de cereal hasta final de 2024. Si todo este volumen no ingresara por tren, llegaría a través de 18.000 adicionales.
En cuanto a los buques, los niveles de cargas pasaron de 20.000 – 24.000 toneladas hasta alcanzar 30.000 – 32.000 toneladas desde la nueva bajante del Paraná, que representa un 30% de aumento.
Desde el Instituto Nacional del Agua (INA) no son optimistas sobre una recuperación de los caudales del Paraná a la altura de Rosario en los próximos meses. “Ni en los pronósticos más alentadores se llegaría a superar el metro de nivel de aquí a mediados de noviembre. Más aún, por el otro lado, las perspectivas hidrométricas mínimas estiman valores muy cercanos al cero. Como destacaba el INA en uno de sus últimos informes, el aporte de la alta cuenca, proveniente fundamentalmente de Brasil y Paraguay, persistiría inferior a lo normal”, indicó la BCR.