La Comisión del Acuerdo de Navegabilidad de la hidrovía Paraguay-Paraná se reunirá este miércoles 17 de mayo -y hasta el viernes- en Montevideo. El principal tema sobre la mesa será el peaje de USD 1,47 por tonelada de registro neto que cobra Argentina a las embarcaciones que navegan el tramo Confluencia-Santa Fe. La Comisión está formada por Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Argentina se enfrenta al resto de los países que demandan una justificación técnica y no descartan llevar el asunto ante un tribunal internacional. Desde el 1° de enero, Argentina envió las facturas y las empresas interpusieron recursos ante la justicia argentina solicitando medidas cautelares. La tensión ha ido en aumento al manejarse la posibilidad de retener a aquellas embarcaciones que no paguen. Finalmene, Argentina decidió suspender la medida en espera de una definición en este ámbito.
El sobrecosto que supone a Paraguay la medida argentina asciende a 55 millones de dólares. Además, el 80% del comercio paraguayo utiliza esta infraestructura.
El acuerdo de Santa Cruz de la Sierra sobre transporte fluvial por la hidrovía Paraguay-Paraná otorga libertad de navegación e igualdad de tratamiento en todas las operaciones reguladas para los países signatarios.
Argumentos
Argentina argumenta que no se trata de una decisión caprichosa. Sostiene que la medida está apoyada en “estudios en distintas áreas para su implementación” y en la inversión hecha para mantenimiento y señalización.
Sin embargo, hasta ahora, el país vecino no justificó técnicamente la medida. A la vez, solicita que el asunto no se dirima a nivel técnico, sino diplomático (político).
Inicialmente, la reunión de la Comisión estaba anunciada para el mes de abril. Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay remitieron formalmente una nota de reclamo a la Argentina. La tensión aumentó cuando se manejó la posibilidad de retención de las embarcaciones que no paguen.
Desde el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym), señalaron que las empresas paraguayas buscan agotar todas las instancias para evitar el cobro.
Cafym considera clave la reunión de la Comisión del Acuerdo de la Hidrovía Paraguay-Paraná.
“La forma en que se planteó e implementó es totalmente arbitraria, esa es la realidad. Siempre está la amenaza de interdicción de las embarcaciones“, sostuvo Mario Romero, gerente general del Gremio. Además, dijo que en el caso de que eso se cumpla incluso podría afectar al transporte de combustibles.
Explicó que los distintos sectores económicos se encuentran tratando de recuperarse y que se buscará lograr una integración regional. “Siempre se habla de una integración, de promover el comercio, trabajar desde el Mercosur, pero primero tenemos que ponernos de acuerdo con esto”, añadió. Recordó, además, que la pérdida de competitividad que se podría ocasionar afectaría al país y no solamente a un sector.
Argentinos perjudicados
Desde el Cafym, afirmaron que las industrias argentinas son las principales afectadas por el cobro del peaje en la Hidrovía Paraguay-Paraná. Gran parte de los envíos de granos procedentes de Paraguay llegan hasta ese mercado, así como el hierro brasileño.
Así lo indicó Esteban Dos Santos, presidente del gremio, quien refirió que con ello incluso se restará competitividad al comercio exterior de cada país. “El 60 al 70 % de la exportación de granos de Paraguay va a la industria Argentina, el 75% de las exportaciones del mineral de hierro desde Brasil va a la industria siderúrgica y ese es el principal volumen de carga que se mueve en toda la hidrovía”, sostuvo.
Paraguay es el principal aportante y usuario de la vía navegable movilizando 14 o 15 millones de toneladas de las 24 millones que transitan por el canal, tanto en carga como en flota. “Más del 95% de todo lo que se mueve es con embarcaciones de bandera paraguaya, así que directamente nos afecta, pero después se va trasladando ese costo hasta que llegue al consumidor final”, agregó Dos Santos.
Facturas
En marzo, el sector comenzó a recibir facturas de la Administración General de Puertos (AGP), correspondientes a una tarifa de US$ 1,47 por tonelada. No obstante, ese no ha sido el único costo. La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) había indicado que el sector ya se vio impactado con un incremento de costos de logística de US$ 2,30 más por tonelada por parte de las navieras.