El canal de Panamá, uno de los símbolos más potentes del comercio mundial, está siendo víctima del cambio climático con una sequía que disminuye los niveles de agua y obliga a los barcos a cargar parcialmente para poder navegar por la vital vía fluvial.
Emergencia total. Así lo grafican las Autoridades del Canal de Panamá que está buscando desesperadamente agua para no morir, pues la disminución de las lluvias por el cambio climático y el fenómeno de El Niño amenazan con secar la vía que mueve casi el 6% del comercio marítimo mundial.
Video impactante
Tal como publica la Agencia AFP, un video que circula en redes sociales deja ver la gran cantidad de embarcaciones varadas que no han podido cruzar, debido a la falta de agua (ver foto de captura de pantalla). Algunos hablan de que son más de 200 barcos tratando de cruzar a un lado y otro del Canal. Debido a la escasez de lluvias, el canal restringió el calado de los buques, lo que causará una merma de 200 millones de dólares en sus ingresos en 2024.
Tenemos que encontrar soluciones para poder seguir siendo una ruta relevante para el servicio al comercio internacional. Si no nos adaptamos, entonces vamos a fallecer”, indicó el administrador del canal, Ricaurte Vasquez, en una presentación ante la prensa.
Un máximo de 38 buques pasaba por la vía marítima, a diario, cantidad que ahora se tendría que reducir a un máximo de 32.
Retrasos de hasta 20 días
Los barcos están teniendo un tiempo de espera promedio de casi 4 días en la vía fluvial que crea un atajo entre los océanos Atlántico y Pacífico, según Clarkson Research Services, una unidad del corredor marítimo más grande del mundo. Eso se compara con la espera de un poco más de un día hace dos meses.
Algunos barcos incluso han tenido retrasos de hasta 20 días. El canal de Panamá es vital para el comercio mundial, ya que permite el paso de más de quinientos millones de toneladas de carga al año. Transporta de todo, desde cultivos latinoamericanos hasta energía de Estados Unidos, y es ampliamente utilizado por barcos portacontenedores que transportan productos manufacturados como juguetes y muebles de jardín en todo el planeta.
En un verano que ha visto temperaturas récord e incendios forestales en partes del hemisferio norte, que el canal de Panamá esté enfrentando una sequía es otro recordatorio de hasta qué punto es probable que el calentamiento del planeta trastorne el comercio mundial. En Europa, el río Rin alcanzó mínimos estacionales el mes pasado, socavando la economía más grande del continente, Alemania. Por otra parte, se advirtió recientemente que los barcos que transitan por el río Amazonas de Brasil pueden enfrentar restricciones de calado de septiembre a diciembre, también debido al mismo fenómeno que produce sequía.
Menos tránsito
Además de los retrasos en el canal de Panamá, menos barcos han transitado por paso en las últimas semanas debido a restricciones impuestas por las autoridades locales.
“Por la sequía, hay muy poca holgura, si es que hay alguna, en términos de tránsito de más barcos que en este momento”, dijo Peter Sand, analista jefe de Xeneta, que analiza los mercados de transporte marítimo y aéreo.
El entorno económico mundial, así como la sequía que ha reducido los tránsitos por el Canal de Panamá, está afectando la actividad.
Los buques se han visto obligados a reducir sus calados desde finales de mayo, ya que la falta de lluvia y la sequía redujo los niveles de agua dentro y alrededor del canal de Panamá, lo que se traduce en que tienen que llevar menos carga.
Lago Gatún
La profundidad del lago Gatún, el más grande de los dos lagos que abastecen de agua al canal de Panamá, cayó a un mínimo de siete años a fines de julio.
Se pronostica que el nivel permanecerá por debajo de los niveles promedio de cinco años hasta finales de octubre, incluso cuando llegue la temporada de lluvias en Panamá.
Además de insistir en embarques de menor calado, la Autoridad del Canal de Panamá también ha reducido el número de espacios de reserva para los barcos más grandes. En conjunto, las restricciones significan que cada día menos contenedores transitan por el paso.
Otras Rutas
Eso hace que los cargueros busquen rutas alternativas, según Sand de Xeneta. Cuando es viable, algunos buscan utilizar ferrocarriles interiores para descargar mercancías enviadas en contenedores en la costa oeste de EE.UU. y enviarlas a todo el país.
Si continúan las menores cargas de contenedores, existe la posibilidad de que las empresas sufran retrasos en la reposición inventarios antes de Navidad, según Container xChange, una plataforma de logística de contenedores.
Alrededor del 40% de los contenedores enviados desde Asia a Europa también pasan por el canal de Panamá, lo que significa que el impacto podría llegar mucho más allá de Norteamérica, dijo el director ejecutivo y cofundador de la compañía, Christian Roeloffs. También hay un alcance más amplio en los mercados de productos básicos.
Las tarifas para los barcos que transportan combustible refinado como gasolina y diésel han aumentado en el océano Atlántico en los últimos días debido a que los bloqueos en el canal de Panamá limitan la cantidad de embarcaciones disponibles.
También ocurre algo similar con los transportistas de gas licuado de petróleo. Eso se debe en parte a que los buques portacontenedores tienen prioridad sobre otros tipos de embarcaciones cuando pasan por el canal de Panamá.
Algunos barcos están decidiendo no correr el riesgo de sufrir retrasos en Panamá. International Seaways, propietario de petroleros, dijo en una llamada de resultados que envió un barco que debía navegar desde Argentina a la costa oeste de EE.UU. a través del extremo sur de Sudamérica para evitar demoras y tarifas más altas en el canal de Panamá.
“Los niveles de agua son muy bajos”, dijo Oystein Kalleklev, director ejecutivo de la naviera Flex LNG, en una llamada realizada este mes. “La obstrucción de Panamá es un problema que no va a desaparecer”.
Fenómeno de El Niño
La falta de lluvias ha causado además un aumento de la salinidad en el agua de la vía interoceánica, lo que genera otros inconvenientes. La cuenca hidrográfica del canal, formada por los lagos Gatún y Alhajuela y varios ríos, abastece de agua también a tres ciudades, incluida la capital, donde vive la mitad de la población del país.
“Cada vez que abrimos la compuerta que da al mar se mezcla agua de mar con agua dulce; cuanto mayor es la compuerta, mayor el volumen de agua salada que entra al sistema”, indicó Vásquez. “Ese nivel de agua salada tenemos que mantenerlo dentro de cierto rango, porque las plantas potabilizadoras no tienen capacidad de desalinización”, agregó.
Un estudio publicado en la revista Science en mayo calculó que en el pasado los fenómenos El Niño han costado a la economía mundial más de 4 billones de dólares en los años posteriores.
En resumidas cuentas, los impactos de El Niño y el calentamiento climático deben “provocar 84 billones de dólares de pérdidas económicas en el siglo XXI”, según este estudio.