Treinta y dos países atlánticos ribereños de cuatro continentes, entre ellos Uruguay, adoptaron al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, una Declaración sobre la Cooperación en el Atlántico. A través de este acuerdo, se pone en marcha la Asociación para la Cooperación en el Atlántico. Este nuevo foro multilateral reúne a un número sin precedentes de países atlánticos costeros de África, Europa, Norteamérica, Sudamérica y el Caribe.
Además, esta Asociación es la primera agrupación que abarca tanto el Atlántico Norte como el Sur y aborda una amplia gama de cuestiones, desde el desarrollo económico hasta la protección del medio ambiente, pasando por la ciencia y la tecnología.
En ese sentido, es la primera vez que tantos países atlánticos se reúnen para establecer un foro a través del cual puedan trabajar juntos de forma más regular, A la vez, que, establecer, a través de la Declaración, una serie de principios compartidos para la región atlántica, como el compromiso de un Atlántico abierto libre de injerencias, coacciones o acciones agresivas.
Esta Declaración se basa en la Declaración Conjunta sobre Cooperación en el Atlántico del año pasado, que inició un proceso para explorar una cooperación más profunda en la región. El lanzamiento, que tuvo lugar en Washington el pasado 20 de setiembre, es el producto de ese proceso y de la “intensa diplomacia de la Casa Blanca y el Departamento de Estado”, según consignó un comunicado de la Embajada de Estados Unidos en Uruguay.
El aporte del Océano Atlántico
Los países ribereños del Atlántico comparten intereses directos e interconectados en el Océano Atlántico. El Atlántico es el océano más transitado del mundo, con rutas comerciales críticas y reservas energéticas mundiales. El Banco Mundial calcula que el océano aporta 1,5 billones de dólares anuales a la economía mundial. Prevé además que esta cifra se duplique de aquí a 2030. Se calcula que los sectores de la economía oceánica sostenible generan casi 50 millones de puestos de trabajo en África. Además, aportan 21.000 millones de dólares al PIB de América Latina. Mientras tanto, retos como la pesca ilegal, no regulada y no declarada, los desastres naturales y el tráfico ilícito amenazan esta economía.
Se reconoce que ningún país puede resolver por sí solo los retos transfronterizos de la región atlántica ni abordar plenamente las oportunidades que se presentan.
Cooperación regional
La Asociación para la Cooperación en el Atlántico pretende abrir un nuevo capítulo en la cooperación regional. Se fijó como meta establecer conexiones más profundas entre los países atlánticos de cuatro continentes. La finalidad de la Asociación es doble: (1) permitir a los países atlánticos ampliar la cooperación en una serie de objetivos comunes y (2) defender un conjunto de principios comunes para la cooperación en el Atlántico.
La Asociación proporcionará, además, una nueva plataforma para trabajar en cuestiones como la ciencia y la tecnología, la economía sostenible y el cambio climático.
Los países participantes aprobaron también un Plan de Acción en el que se esboza la primera fase de trabajo. El Plan incluye la cooperación científica y la investigación compartida. También, la información y la concienciación marítima, y el desarrollo de un cuadro de jóvenes científicos atlánticos. La Asociación se reunirá periódicamente y creará grupos de trabajo para llevar a cabo esta labor. En la medida de lo posible, la Asociación colaborará con las iniciativas regionales existentes y se basará en ellas.
Los miembros de la Asociación también trabajarán juntos para defender los principios rectores de la cooperación atlántica esbozados en la Declaración.
Esto incluye
“El compromiso de respetar el Derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas, para promover un Atlántico abierto en el que los Estados atlánticos estén libres de injerencias, coacciones o acciones agresivas.
El compromiso de defender los principios de igualdad soberana, integridad territorial e independencia política de los Estados, entre otros.
Reconocimiento del interés especial y del papel primordial que los Estados atlánticos tienen en el Atlántico”.
Países participantes
Los siguientes países se reunieron para respaldar la Declaración sobre la Cooperación Atlántica y el Plan de Acción y para lanzar la Asociación para la Cooperación Atlántica: Angola, Argentina, Brasil, Cabo Verde, Canadá, Costa Rica, Costa de Marfil, Dominica, España, Estados Unidos, Gabón, Gambia, Ghana, Guatemala, Guinea, Guinea Ecuatorial, Guyana, Irlanda, Islandia, Liberia, Marruecos, Mauritania, Nigeria, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, República del Congo, República Dominicana, Senegal, Togo y Uruguay.
Acuerdo por pesca ilegal
Uruguay es signatario de otros acuerdos en materia de la salvaguardia de los recursos marinos de América del Sur. En el mes de agosto, firmó con Ecuador una alianza para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) en sus respectivas costas. En el marco de un memorando de entendimiento (MoU) integral de cinco años, entre el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, ambas naciones se comprometieron a colaborar en la pesca y la acuicultura, centrándose en reforzar las medidas de seguimiento y aplicación para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de los ecosistemas marinos compartidos.