El presidente argentino, Alberto Fernández, anunció este jueves 20 de abril la convocatoria de una licitación para la apertura del Canal Magdalena, una nueva vía navegable en aguas del Río de la Plata que permitirá a los buques salir al Océano Atlántico sin necesidad de pasar por Montevideo. La licitación incluye la construcción, dragado, ensanche y profundización del Canal Magdalena, para conectar el mar con los puertos fluviales argentinos. A través de la resolución 226/2023 publicada en el Boletín Oficial de la República Argentina, se dio avance a la construcción del Canal Magdalena desde la progresiva del kilómetro 143,074 del Canal Punta Indio hasta la isobata de 11 metros del Río de La Plata. La misma tendrá un valor de $40.421.572.953,08 (184.991.349,70 U$S al tipo cambio $1=U$S 0,00458) y se desarrollará en aguas de uso común del Río de la Plata, sometidas a un régimen jurídico específico contenido en el Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo. El presidente argentino recordó que ya hubo una convocatoria a licitación del Canal Magdalena que «se frustró», pero que sí «avanzó el mayor dragado sobre la parte uruguaya del Río de la Plata», lo que dijo que lo pone «muy feliz» por los «hermanos» uruguayos. Para el gobierno de Fernández, el Canal Magdalena significará una puerta de entrada y salida a Argentina, que aportará mayor velocidad de navegación, el tránsito de embarcaciones de mayor tamaño, disminuirá el 65 % el tiempo de espera en toda la vía navegable troncal, se ahorran tiempos de navegación y costos logísticos. «Es un tiempo en que la palabra soberanía no es un grito de guerra sino una realidad», afirmó Fernández. Apenas unas horas después del anuncio, voces de expertos cuestionaron la iniciativa que consideran “cara e inútil”. Entrevistado este viernes 21 de abril por el canal local de La Nación, el perito naval Fernando Morales (*), actual presidente de la Liga Naval Argentina, manifestó que el anuncio fue una “gran nube de humo” y la obra “, por su importancia, hay que declararla de inutilidad pública”. “La frase no es mía sino de un exsubsecretario de puerto, que comparte con toda la comunidad marítima nacional la indignación por esto que, afortunadamente, no se va a llegar a concretar porque no le van a dar los tiempos” (en Argentina, las elecciones presidenciales se llevarán a cabo el 22 de octubre de este año, junto con las elecciones legislativas).
Agregó que “son 40 mil millones de pesos que podríamos gastar en otra cosa y que vamos a gastar en otra cosa porque esto va camino, ante un evidente cambio de gobierno, a la nulidad”. Sobre quien utilizaría esta vía de navegación, en caso de construirse, el experto señaló que entre “el 85% y 95% de los buques que entran y salen de nuestro sistema portuario de Buenos Aires y de la Hidrovía (Paraná-Paraguay) vienen del norte o de Oriente, o de Europa pero nunca del sur, a cargar la soja y demás; y vienen del norte y van para el norte, el Canal Punta Indio es mucho más corto que el Canal Magdalena. ¿A quien le sirve el Canal Magdalena? A los buques de la Armada, por ejemplo, a un buque gasero que viene a dejar gas a la planta regasificadora de Bahía Blanca, a un buque que sale a media carga con cereales y va a completar a Quequén o Bahía Blanca. ¿Cuánto es todo esto? Un 3% o 4 % del tráfico; 40 mil millones de pesos para el 4% del tráfico. ¿Y a los demás que les hace? Les va a encarecer los fletes”, aseguró. “A mí me extraña lo poco que aprendió Alberto Fernández luego de convivir tantos años con marinos, hasta en la sopa tenía marinos”. Agregó que, no es cierto, “sostener que este canal, cuyas bondades son muchas, nos puede salvar a la marina mercante, que está destruida, entre otras cosas porque Menem y después Kirchner la destruyeron”. También rechazó el argumento de la soberanía. “¿Soberanía de qué?”, se preguntó. Se sostiene que, con el canal Magdalena, “nos evita depender de Uruguay”. Sobre esto, afirmó: “Acá hay una falacia: los buques que vienen al Río de la Plata no entran a Montevideo, fondean frente a Montevideo para tomar práctico porque el puerto de Buenos Aires hay que navegarlo por canal, sube un práctico argentino que está a bordo del Pontón Recalada, que es, digamos, un barco viejo que se usa de alojamiento, que es argentino, lo maneja la Prefectura Naval (argentina), cobra ese práctico argentino sus honorarios y conduce el barco, de entrada y de salida”. El otro argumento para construir el canal es que “así dejamos depender de Montevideo”. “Yo digo una cosa, Montevideo ¿son nuestros enemigos o nuestros socios en el Mercosur? Es más, esta gente va a hacer una locura, quieren dejar de contribuir al mantenimiento del canal Punta Indio con lo cual estaríamos violando el Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo (1973) que firmó un señor militar que también fue presidente, de apellido Perón, ese señor firmó con Bordaberry (presidente del Uruguay), el Tratado del Río de la Plata que mantiene nuestras buenas relaciones en materia de navegación desde 1973”. “Todos se ponen para salir en la foto pero cuando quieren ser más peronistas que Perón patean en contra”. Por último, el experto calificó el llamado a licitación como un “verdadero desastre” pero aseguró que la iniciativa no prosperará.
(*) Es Capitán de Fragata (RN), maquinista naval superior (veterano de guerra de Malvinas), licenciado en Administración Naviera, perito naval, diplomado como oficial del Estado Mayor Especial y presidente de la Liga Naval Argentina.