Las 10 toneladas de cocaína, que fueron transportadas por vía fluvial desde Paraguay mediante barcazas cuya carga transitaba rotulada como sésamo y que fueron incautadas en Hamburgo el 5 de julio se pasearon por diez puertos. Según se conoció, el embarque hizo su transbordo en Montevideo a una nave de Mediterranean Shipping Company que visitó también seis puertos brasileños, uno africano y dos europeos antes de ser sacada de circulación.
Los medios uruguayos La Diaria y El Observador detallaron que el portacontenedores MSC Sofía Celeste se llevó el cargamento ilícito el 2 de junio desde el Puerto Montevideo que; sin embargo, el principal recinto portuario del Uruguay lo recepcionó el 23 de mayo.
Desde el puerto de la capital uruguaya, donde se transborda parte de la carga paraguaya, la nave se trasladó a Rio Grande do Sul, llegando después a Navegantes, Paranaguá, Santos y, posteriormente, Rio de Janeiro y Salvador de Bahia.
Tras dejar Sudamérica, el MSC Sofía Celeste recaló a Tánger-Med; en Marruecos, para salir de allí a Rotterdam; en Países Bajos, tocar Londres; en el Reino Unido, y, finalmente, amarrar en Hamburgo; Alemania, donde se produjo la incautación que, hasta ahora, se cataloga como la segunda de mayor envergadura en Europa. El hecho, cabe recordar, solo fue dado a conocer el pasado viernes 14 de julio por las autoridades alemanas.
La Dirección Nacional de Aduanas de Uruguay detalló que está en contacto con sus pares de Paraguay, cuyo director, Julio Fernández, reconoció el viernes pasado que se encontró una imagen del ilícito que no fue reportada por el personal a cargo del monitoreo. Desde esa misma institución, asimismo, ya se dio a conocer a los medios locales que el funcionario implicado ya ha sido identificado.
La Fiscalía de Uruguay indicó a El Observador que está investigando si en Montevideo se cumplieron o no los controles respecto de ese cargamento.
La titular de la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay, Zully Rolón, dijo el fin de semana que la «única hipótesis» que tiene su oficina apunta a que las 10 toneladas de droga purificada que se incautaron en Europa, ingresaron a Paraguay desde Bolivia.
«Ellos (narcos) tienen un sistema de acopio y lo traen de alguna manera para llevar hasta los contenedores. Es en Aduanas donde es más factible el control (…) Somos 200 agentes especiales y no tenemos tecnología. Hemos pedido que existan radares. Esto ingresa por aire y se transporta por tierra», dijo Rolón a los medios de prensa paraguayos, según informó el medio Diaria Justicia.
Por su parte, el director nacional de Aduanas de la República del Paraguay, Julio Fernández Frutos, dijo al Canal 9 Noticias (C9N) de que la droga pudo haber sido transportada hasta Paraguay en avionetas procedentes «de países vecinos», entre los que nombró a Perú, Colombia o Bolivia, para lo cual estimó se requerirían unos 25 vuelos para transportar las 10 toneladas.
«Tenemos reporte de medios de prensa de Alemania de la incautación de una carga que salió de Paraguay. No tenemos reporte oficial. Sin embargo, hemos revisado las imágenes de la fecha aproximada y encontramos una imagen que debió ser reportada por el personal y no se reportó. En otras palabras, en caso que se confirme oficialmente, podemos decir que la tecnología no ha fallado, pero la falla o complicidad podría ser del factor humano», escribió Fernández en sus redes sociales, sobre el caso.
La Aduana de Paraguay implementó scanner en los puertos pluviales hace más de 30 días para controlar el tráfico de drogas, pero pese a esta medida de seguridad, las 10 toneladas de droga habían sido cargadas en dos de cuatro contenedores que transportaron granos de sésamos y que partieron del puerto Fénix.