Pocas horas antes de conocerse el resultado electoral en Paraguay, Portal Marítimo entrevistó -vía zoom- al excanciller del Paraguay, Rúben Darío Ramírez Lezcano, quien volverá a asumir ese cargo a partir del 15 de agosto. El tema tiene que ver con la decisión de Argentina de cobrar un peaje por la navegación a través de la hidrovía Paraná – Paraguay. Sobre este asunto, manifestó su total rechazo a la medida que calificó de inaudita y carente de sustento jurídico. Además, dijo, “viola un Tratado Internacional, el de la Hidrovía Paraná-Paraguay y genera un descrédito desde el punto de vista internacional respecto al proceso de integración y de cómo nos relacionamos los países del Mercosur generando una inestabilidad adicional a la que ya existe”. Ramírez Lezcano también fue consultado sobre otros asuntos como la negociación Mercosur-Unión Europea.
Usted fue canciller en el período de gobierno de Nicanor Duarte, entre los años 2003 y 2008. Nuestros seguidores del Portal Marítimo pretenden saber algo más sobre la trayectoria de Rúben Darío Ramírez Lezcano.
-Bien. Me desempeñé en la carrera diplomática desde 1989 al 2008. Fui destinado a varios países, fui representante de Paraguay ante Naciones Unidas y organismos descentralizados en Ginebra. Fui también representante alterno de Paraguay ante la Aladi, presté servicios como Cónsul General en Los Ángeles, estuve también en Ecuador, Argentina, en Francia y ocupé distintos cargos dentro la Cancillería nacional y fui también viceministro de Economía e Integración antes de ser Canciller nacional. En 2008, fui al Banco de Desarrollo de América Latina CAF como director para Centro América, El Caribe, México y Panamá y posteriormente fui representante de CAF en Argentina para poder concluir esa etapa me presenté como candidato a la presidencia ejecutiva y al concluir esa gestión donde ganó el contrincante peruano, regresé a mi país. Estuve en el sector financiero, fui presidente de un banco privado en Paraguay hasta finales del año pasado y actualmente me desempeño como asesor financiero de varias instituciones de bancos a nivel regional y a nivel internacional.
Este reportaje fue realizado pocas horas antes de que conocieran los comicios en Paraguay que tuvieron lugar este domingo 30 de abril (*). ¿En qué situación se encuentra el país desde el punto de vista económico? .
-Paraguay está hoy en un escenario en los que los fundamentos macroeconómcos sostenidos en que los últimos quince años le permiten abordar un escenario ante el desafío de incertidumbre y volatilidad de los mercados, bastante administrable desde la perspectiva en que la inflación hoy a nivel interanual se encuentra en convergencia con los objetivos de la política monetaria. Estamos al mes de marzo con un 6,3 % de inflación interanual. El objetivo del Banco Central del Paraguay es 4,1% y estimamos desde el análisis de varios economistas que vamos a tener una inflación al final de este año de 4,5%. El crecimiento económico debido a factores favorables como el clima, como el precio internacional de los productos agropecuarios , va a estar entre un 4% y un 5% del PBI de acuerdo con los análisis de CEPAL, del Fondo Monetario Internacional, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Central del Paraguay. Va a ser una de las economías de la región con mayor crecimiento en este año y eso nos lleva a estar en una coyuntura en la que después de las elecciones las discusiones van a estar concentradas en los cambios estructurales necesarios en la Economía.
Me refiero a que la convergencia macrofiscal es uno de los desafíos clave. La deuda externa del Paraguay es de 37 mil millones de dólares, 37% del PIB, estamos hablando de 14 mil millones de dólares, las reservas internacionales están en alrededor de los 10 mil millones de dólares, con lo cual aquí se plantea una ecuación y que durante la crisis de la pandemia, la crisis ambiental de la sequía, golpearon enormemente las arcas del Estado y, consecuentemente, la necesidad de financiamiento externo para abordar esa turbulencia que condujo a la administración del Estado a generar ese endeudamiento. El nuevo gobierno por tanto se va a encontrar con la necesidad de reordenar el ámbito fiscal. La reforma del sistema de jubilaciones y pensiones es otro de los temas clave que se tiene que abordar. La cuestión vinculada con la ley del Servicio Público con el propósito de ordenar la burocracia que es una de las cargas pesadas que tiene hoy la sociedad paraguaya desde el punto de vista no solo presupuestario sino que de la entrega de servicios públicos y al mismo tiempo poder encontrar soluciones a las inversiones requeridas en infraestructura física, legal, ambiental, tales como: Paraguay necesita invertir 11% del PIB en infraestructura sanitaria, 7% del PIB en materia de transmisión y distribución de energía, 11% del PIB en Educación y 10% del PIB en infraestructura logística de transporte. Y obviamente, una de las alternativas que más se está evaluando por parte de las opciones que salgan electas finalmente el domingo próximo es el desarrollo de estas infraestructuras a través de la alianza público privada donde mejorar la distribución y el desarrollo económico con equidad social impone una alta inversión en transferencias sociales y esto constituye para cualquiera sea el candidato electo finalmente en nuestro país.
¿Cómo está mirando lo que ha sido el proceso electoral en su país, dónde se posiciona usted?
-Lo he observado de manera objetiva. Veo que el fortalecimiento de la democracia en Paraguay es clave para sustentar un desarrollo sostenible, valga la redundancia, y obviamente el Paraguay ingresa, una vez resuelto los resultados electorales, a un punto de inflexión, porque estamos concluyendo la etapa final del primer cuarto del siglo XXI, y las reformas estructurales y el ordenamiento institucional y económico de nuestro país es fundamental para encarar la próxima etapa que viene. El nuevo gobierno que sea electo asumirá el 15 de agosto y tendrá un mandato de 5 años que es un periodo corto para quien ejerce bien el mandato y largo para el que lo hace mal.
Yendo a lo que es la agenda del Mercosur, vemos algunos temas importantes sobre la mesa, por ejemplo, la posibilidad de cerrar el acuxxerdo con la Unión Europea, o de suscribir un TLC con China, ¿cómo ve este panorama regional?
-Bueno, observamos que la Unión Europea tiene una complejidad interna para aprobar el acuerdo que se suscribió luego de más de 20 años de negociaciones. El debate fundamentalmente se debe al proteccionismo que algunos países miembros de la Unión Europea en el ámbito agropecuario tienen respecto al Mercosur. Y este retardo de avanzar en otras instancias genera una gran frustración de los actores pero, desde mi punto de vista, principalmente, una pérdida de oportunidades enorme para la Unión Europea.
¿Por qué sostiene esto?
-Porque el mundo está transitando una etapa en la que ya los economistas no discutimos si va a haber o no recesión sino cuando va a ser la recesión. Y, consecuentemente, el mundo se está volviendo mucho más complejo y mucho más proteccionista. No hablemos de la Guerra de Rusia y Ucrania que sí es un contrasentido pero sí hablemos de como impactan las consecuencias de lo que fue el covid-19 lo que es esa guerra en desarrollo, de lo que es para las potencias económicas en un impacto de inflación, de la inestabilidad financiera en sus mercados, del crecimiento prácticamente nulo para este año y en donde China e India van a ser hoy, con 5,2% y 5,9%, respectivamente, los motores del desarrollo global.
Respecto de la Unión Europea, el jefe de la diplomacia europea ya lo viene señalando al interior de esa organización, lo fundamental de avanzar en los acuerdos con Mercosur, se instalaron nuevos temas, como las cuestiones ambientales, donde somos conscientes del imperativo de proteger el medio ambiente pero que tampoco eso se transforme en una herramienta de protección comercial o de distorsión de acceso a los mercados , de forma tal que también se asuman las responsabilidades de la degradación ambiental en una perspectiva en que países como Uruguay y Paraguay contribuimos en menos de 0,001 % en la contaminación o liberación de dióxido de carbono en el mundo. Entonces. En esas proporcionalidades, discutir cuestiones vinculadas a estos acuerdos está muy bien, pero también una corresponsabilidad en inversiones estructurales para preservar el medio ambiente.
Creo al mismo tiempo que el acuerdo con China es una cuestión importante para el Mercosur, Paraguay tiene la particularidad de que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán y no con China y es uno de los debates sustantivos en este proceso preelectoral en nuestro país. Uno de los cantidatos plantea la posibilidad de establecer relaciones con China y el otro de sostener las relaciones con Taiwán. Sin embargo, desde mi perspectiva, como Paraguay, así como todos los países del Mercosur somos miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC), un acuerdo plurilateral como el que podría darse entre Mercosur y China es absolutamente factible.
Dentro del Mercosur se establecer una moneda común, usted también ha hablado de la necesidad de establecer un Banco de Desarrollo ¿ cómo analiza estas posibilidades desde su perspectiva?
-Mire, el establecimiento de una moneda común es un objetivo loable, creo que se puede alcanzar pero en la construcción comunitaria hay distintos estadios. Está la zona de preferencias comerciales, después la zona de libre comercio, la unión aduanera y, finalmente, el mercado común. Nosotros estamos en una unión aduanera imperfecta donde el cumplimiento del artículo 1° del Tratado de Asunción que establece la libre circulación de bienes, personas y servicios, y el siguiente artículo que establece la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales, no acontecen. Consecuentemente, no se cumplen los prerequisitos. Para llegar a una moneda común es necesario avanzar a un estadio posterior a un mercado común que es la unión económica que hoy tiene y disfruta la Unión Europea. Estamos lejos de esto. La ausencia de coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales hacen que nuestros países sufran con las devaluaciones que ocurren en Argentina, las turbulencias que tiene el mercado brasileño en términos de política cambiaria y, obviamente, la competitividad que se genera como consecuencia de esas diferencias en política económica. Un sistema de múltiple cambio en Argentina que coloca a sus productos en una ventaja competitiva inusual hacen que nuestras economías sufran de contrabando de la ilegalidad comercial y obviamente sectores como combustibles, bebidas alcohólicas, bebidas gaseosas, lácteos, entre otros, impacten negativamente en el desarrollo de nuestras industrias. Obviamente, en un mercado común no sucedería esto y es lo que necesitamos mejorar: más integración, más coordinación y una visión política compartida y no me refiero a la política ideológica de cada gobierno. Pero sí es posible tener una visión de desarrollo compartido, de objetivos, de integración comunitaria que nos permita disfrutar de los beneficios de un modelo de desarrollo en donde la participación de la sociedad y el mercado sean equilibrados y fortalezcan la distribución del crecimiento inclusivo equitativo.
Enfoquemos ahora un aspecto muy controversial que tiene que ver con la decisión unilateral de Argentina de cobrar peaje en un tramo importante de la hidrovía Paraná – Paraguay.
-Es inaudito que en el año 23 del siglo XXI se adopten medidas unilaterales existiendo acuerdos y Tratados Internacionales en los cuales se prefijaron y establecieron las reglas de juego. Creo que Argentina entra en una decisión unilateral que no solo perjudica a un país sin litoral marítimo que tiene de acuerdo a un estudio de Naciones Unidas entre un 30 y un 40% de sobrecostos en el transporte y la logística para salir al mercado internacional. Dicho esto, esa decisión unilateral no tiene sustento desde el punto de vista jurídico, viola un Tratado Internacional, el de la Hidrovía Paraná-Paraguay y genera justamente un descrédito desde el punto de vista internacional respecto al proceso de integración y de cómo nos relacionamos los países del Mercosur generando una inestabilidad adicional a la que ya existe. No solamente lesiona y perjudica a Paraguay. Lesiona y perjudica a todo el sistema de transporte fluvial. Lesiona y obviamente perjudica a un intercambio comercial que en el Mercosur, comparativamente con los países del resto del mundo, es menor. Pero al mismo tiempo genera una gran inestabilidad e impredecibilidad del cumplimiento de los acuerdos, establecidos, firmados y garantizados donde existe una prelación de las leyes que en los tratados están por encima de las leyes. Argentina adopta una decisión administrativa para imponer una tasa de peaje no admitida desde la perspectiva en que el artículo 5° del Tratado de la Hidrovía establece la posibilidad de establecer peajes siempre y cuando haya sido resultante de un bien o un servicio prestado o como consecuencia de un acuerdo entre los países parte. Somos cinco países integrantes de la hidrovía, cuatro estamos en contra de la aplicación de esta restricción comercial y un costo oneroso que para Paraguay, anfitrión de la tercera flota más grande del mundo de barcazas, después de China y Estados Unidos, en materia fluvial es enormemente impactado. Pero también, las cargas argentinas, las cargas del Brasil, las cargas de Bolivia y Uruguay que tiene un servicio portuario sumamente eficiente al que apelan operadores de los restantes cuatro países para importación, exportación y donde tanto Nueva Palmira como Montevideo son jugadores clave en esta infraestructura logística mercosuriana.
Este tema está en pleno debate. Varias empresas navieras a través de los operadores, en Argentina recibieron facturas ya, desde enero de este año, aun cuando esa discusión persiste en la mesa de negociaciones y entiendo que no se ha agotado por las informaciones que tengo.
¿Dónde se está discutiendo este tema a nivel del Mercosur?. Tengo entendido que hay una comisión de la hidrovía adonde se han hecho llegar quejas sobre esta situación, aunque también no se descarta efectuar una denuncia a nivel internacional.
-Efectivamente, el Tratado de la Hidrovía Paraná-Paraguay tiene un mecanismo de solución de diferencias con el que se está trabajando. Argentina está planteando más una bilateralidad con Paraguay aunque tiene un efecto intergubernamental y obviamente es una discusión donde debemos resolverlo prioritariamente en el organismo resultante de la administración del Tratado. Hay que recordar que la Hidrovía tiene más de 1.300 kilómetros y la aplicación de esto va desde el puerto de Santa Fé hasta el Río de la Plata. Consecuentemente, es el tramo donde justamente se envía la producción a los puertos de ultramar pero considerando que este año, por ejemplo, el impacto que va a tener para la economía argentina la sequía con una merma de 20 mil millones de dólares de ingresos, de ausencia de materia prima para soja y producir aceite comestible y biodisel como otros productos, se va a producir un encarecimiento sustantivo. Los cálculos de los armadores fluviales paraguayos arrojan que entre un 40 y 50 millones de dólares adicionales tendrá el costo de transporte fluvial si se sostiene esta decisión unilateral de Argentina. Esos costos van a ser trasladados necesariamente al consumidor final, a la industria argentina y obviamente al sistema comercial donde lamentablemente el Mercosur va a ser nuevamente menos competitivo en un mercado internacional cada vez más desafiante.
Paraguay es el principal usuario de esta vía navegable y con esta decisión de Argentina, es el más perjudicado.
-Nosotros padecimos lo que en el mundo se denominó la crisis de los contenedores que como consecuencia del cierre necesario debido al covid -19 de los principales puertos produjo una situación dramática. Un contenedor importado de China previo al 2020 estaba alrededor de los 3.500 dólares, hoy está alrededor de los 22.000 dólares, para tener una referencia de lo que es analizando lo que es el principal destino de nuestras exportaciones agropecuarias de todo el Mercosur y agregarle un costo innecesario, injustificado, que no mejora la calidad del servicio, que no mejora la competitividad de la logística de nuestra región, es algo incomprensible.
Si no prosperase un entendimiento en el órgano de solución de controversias del Tratado obviamente hay otros recursos internacionales como la denuncia en el ámbito de las Naciones Unidas y en el ámbito de la Organización Mundial de Comercio por incumplimiento.
Realmente, creo que es un tema que tenemos que abordarlo con mucha seriedad regional. La imagen de nuestra integración está siendo afectada por este tipo de medidas unilaterales que obviamente si empezamos con un proceso de amenazas, etc. vamos a ir a una situación que en nada construye ni contribuye para lo que deseamos los habitantes de esta región. No podemos mudarnos, somos vecinos y tenemos que convivir con nuestras realidades pero hacerlas más fáciles desde una perspectiva de un comercio justo y equitativo es clave.
Argentina plantea como argumentos que el cobro de esa tasa es necesario para el mantenimiento del dragado y señalización de la hidrovía. ¿Son argumentos válidos para usted?
-No. Porque el Tratado prevé que cualquier impuesto, cánon o peaje tiene que ser acordado por las partes. Tiene que ser negociado, tiene que tener un protocolo que le permita su aplicación, de manera consensuada y no unilateral. La unilateralidad, sin una contraprestación, no es aceptable. Yo no puedo cobrar por un servicio que no presto, y no puedo pedir un anticipo al operador, al privado, si es que no le entrego nada más que una promesa, en contrapartida y esa es la seriedad que se requiere para abordar estas cuestiones . Y no podemos permitir que este tipo de situaciones se reproduzcan en nuestra región y va más allá de una coyuntura política, va en el concepto institucional y moral de una política de integración regional.
¿Esta situación tiene antecedentes en la región o es la primera que vez que se plantea de esta forma?
-Es la primera vez que se plantea de esta forma. Antes, sí existieron una serie de dificultades que condujeron a suscribir el acuerdo internacional de libre navegación de los ríos y obviamente, es un tratado también internacional en el ámbito de Naciones Unidas que es lo que yo referenciaba como un mecanismo de defensa ante un atropello de esta naturaleza.
(*) La entrevista se efectuó pocas horas antes de conocerse el resultado de las elecciones presidenciales en Paraguay en las resultó vencedor el candidato del Partido Colorado, Santiago Peña, quien asumirá como nuevo presidente a partir del próximo 15 de agosto y Ramírez Lezcano será el nuevo titular de la Cancillería.