El periódico chileno La Tercera publicó un extenso reportaje en el que se detiene sobre el futuro de la producción del mineral, clave para la industria electrónica y de almacenamiento de energía, basado en los planes del Gobierno argentino. Según esos cálculos, la producción local superaría en pocos años a la chilena.
“A través del Plan Argentina Productiva 2030, ese país tiene como objetivo duplicar sus exportaciones, incluidas las de litio. Para ello, el país busca aumentar la actual producción de 33.000 toneladas en un 135% en dos años y 337, el 54%, en cuatro. La producción de Chile en 2022 fue de 207.000 toneladas”, estima la publicación.
“Se estima que para 2025 Argentina puede llegar a producir 200 mil toneladas al año de carbonato de litio, un quinto de la demanda mundial estimada para ese año. El desafío, por tanto, es crear una cadena de proveedores para la industria del litio, así como para las líneas de producción de vehículos eléctricos”, explicó al medio chileno José Ignacio de Mendiguren, secretario de Industria y Desarrollo Productivo de Argentina.
Según la agencia Reuters, la carrera productiva entre Chile y la Argentina, todavía, está muy ladeada en favor del primer país. Las estimaciones oficiales marcan que este año el litio será la principal exportación minera argentina en términos de valor y que, en 2024, llegará a rondar los US$ 4.000 millones dado el aumento de los precios de esa materia prima. Falta camino por recorrer: el año pasado Argentina exportó US$ 696 millones, la décima parte de los US$ 7.763 millones que exportó Chile.
Pero el optimismo respecto de un crecimiento acelerado de las exportaciones argentinas no es sólo gubernamental. La Tercera cita una estimación de JP Morgan en la que se prevé que en 2030 Argentina será el tercer exportador mundial. En el primer lugar se mantendrá Australia con el 23%, seguida de China (16%), Argentina y África con 13%, quedando Chile relegado a un cuarto lugar, con un 10%.
“Argentina va a crecer y nos va a superar si nosotros no hacemos algo”, dijo hace una semana el ex ministro de obras públicas chileno Eduardo Bitran, quien pronostica que en 2026, cuando las minas chilenas SQM y Albemarle lleguen a unas 300 mil toneladas, Argentina ya producirá eso o más.
La proliferación de proyectos, en este momento Argentina tiene sólo dos activos, pero hay decenas en carpeta, es la que está detrás de las proyecciones optimistas. También una legislación particular que, al excluir al Estado nacional y poner en primer plano a las provincias, además de una regulación que la considera un bien estratégico a nivel económico pero no a nivel militar.
Sin embargo, el períodico sostiene que Chile puede reaccionar para evitar se “eclipsado”. Argentina tiene reservas por 2,2 millones de toneladas mientras que Chile tiene reservas por 9,2 millones. La ubicación, facilidad logística y calidad de los yacimientos en si (medido en concentración del mineral) es superior del otro lado de la cordillera. Pero, de no haber una reacción rápida chilena, el sector puede crecer mucho más rápido en Argentina.
“Como hay 30 proyectos, muchos de ellos con la intención de producir 40 mil toneladas de carbonato de litio, es posible y probable que en 2030, si Chile no mejora su producción, efectivamente nos pasen”, confió a La Tercera Rodrigo Dupouy, presidente para Latam de Sorcia Minerals. Así, confían, el boom argentino puede ser temporal.