Algo más de la mitad de la flota de pesca industrial nacional está impedida de salir a la mar a pescar debido a medidas del sindicato de ANCAP que impide cargar combustible para los barcos. A pocos días de la fecha de mayor comercialización de pescado en nuestro país, la Cámara de Industrias Pesqueras del Uruguay (CIPU) denuncia que debido a la medida de paro de los trabajadores de ANCAP, los barcos de pesca están imposibilitados de zarpar desde el puerto de Montevideo. Esto está generando pérdida de jornales de trabajo a más de 300 marineros y también a más de 1.000 puestos de trabajo en las plantas de procesamiento, la mayoría ocupados por mujeres jefas de hogar, además del personal de tierra, carga y descarga, suministros y tareas administrativas.
Esta situación que lleva 6 días ya impidió el zarpe de unos 30 barcos (alrededor del 55% de la flota pesquera habilitada hoy en Uruguay) y la pérdida directa de cientos de jornales de trabajo.
“Nos genera mucha impotencia observar como una medida sindical tiene un impacto directo en el trabajo de otro colectivo, generando pérdidas importantes para la industria, pero sobre todo para otros trabajadores que no tienen la posibilidad de salir a ganar un jornal de trabajo” dijo Juan Riva Zucchelli, presidente de CIPU. Agregó que “este rubro tiene la particularidad de que lo que no se pesca hoy es imposible recuperarlo otro día: es producto que no se vuelca al mercado, que no se exporta y lo más importante: jornales que no se pueden recuperar”.
A la gravedad de esta situación se le suma la proximidad del Viernes Santo, la fecha en la que tradicionalmente se vende más cantidad de pescado en el año. Sobre este punto, el Presidente de CIPU relató que “los distribuidores están pidiendo producto para estar preparados para este pico de demanda y estamos haciendo todo lo posible para poder cumplir, pero lamentablemente navegamos todo el tiempo en medio de la incertidumbre”.
La flota de pesca industrial opera con combustible “Gasoil Marino” que solo puede comprar a Ancap. “Tampoco tenemos posibilidad de acopiar en depósitos propios previendo situaciones como esta. El día que cortan la carga ya no podemos cargar los barcos para salir. Sería muy bueno poder adecuar la normativa para que podamos importar directamente, cumpliendo con lo que se dispuso en la última Ley de Presupuesto, y que se pueda despachar al puerto de Montevideo o directamente al barco al que se va a cargar, sin quedar rehenes de este tipo de situaciones”, concluyó Riva Zucchelli.
El tema de fondo
El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, dijo que la medida del sindicato afecta la salida de unos 30 barcos pesqueros que no tienen combustible y que tiene sus tripulaciones alistadas,lo que ocasiona cuantiosas pérdidas a las empresas navieras. Entrevistado en radio Sarandí, Stipanicic manifestó que el conflicto no solo afecta la salida de barcos, sino también el suministro de fuel oil para la industria láctea, combustible que es utilizado para el procesamiento de la leche que viene de los tambos. Sobre el tema de fondo del conflicto, dijo que los sindicatos “reclaman a veces cosas que están fuera de la realidad o fuera de las posibilidades de Ancap”. “Ancap piensa ingresar ingresar unas 300 personas entre 2021 y 2023 para llenar vacantes y los pedidos que nos han llegado superan los 600 o 700 personas”, aseguró.
Stipanicic dijo que Ancap comparte que hay un déficit de personal en el ente, generado a partir de 2015 (administración del Frente Amplio), cuando la “debacle” de Ancap y la intervención del Ministerio de Economía y Finanzas y de la OPP de la época, que se enfocó en reducir “todos los costos” y “sin mirar las consecuencias”.
En ese sentido, agregó, lo que ocurrió fue que Ancap “fue acumulando un déficit de personal que hizo insostenible la operación de ciertas áreas”. El Directorio actual, puntualizó, analizó la situación y el año pasado adoptó una serie de medidas que cambiaron las reglas de juego para el ingreso de personal. Por ejemplo, acotó el jerarca, “si ahora hay una vacante en el área A, se hace un concurso y puede ganarlo un funcionario del área B, lo que genera una vacante en el área B, que puede ser llenada con un funcionario que proviene del área C”. Agregó que, “con la limitación del 1×3 o del 2×3, vigente de 2015, hasta no terminar todo el proceso no se sabía donde iba a estar la vacante y si se podrá llenar o no, y esto se da a lo largo del año, con altas, bajas, decesos, renuncias y jubilaciones”. Ese proceso dinámico generó en los últimos años que Ancap fuera “incapaz de llenar todas las vacantes que tenía”. “Este Directorio, cambió las reglas de juego, mandó todas las vacantes a una bolsa, y en una comisión que integro, analizamos uno por uno, todos los pedidos y necesidades de personal de todas las áreas de Ancap, le pedimos a la Federación Ancap que nos ayudara a priorizar, no fue posible, y al final nos damos cuenta por los reclamos que nuestros planes estaban bien”. Finalmente, se resolvió que “el 40% o 45% de los ingresos van a estar en las áreas de mantenimiento y abastecimiento que son las más golpeadas por esta restricción de la falta de personal”.
Desde la Federación Ancap se sostiene que no se aplican medidas gremiales sino que lo que no se realizan son horas extras. Sobre este punto, Stipanicic sostuvo que en Turismo “tenemos feriado y que, si no se hacen horas extras, el servicio no se presta”. “No estamos hablando de que hay necesidad de más personal en horario normal, estamos hablando de que en Turismo el servicio siempre se cumplió y siempre se tiene que cumplir en el régimen de horas extras porque los funcionarios públicos en Turismo no trabajamos”, afirmó.
Puntualizó que los funcionarios “no están obligados a trabajar en feriado” pero que, si lo hacen, se paga doble. Stipanicic dijo que la decisión del sindicato “es una medida, totalmente legítima” pero advirtió que la misma “está afectando a la población en un lugar donde duele mucho”, al punto tal que, después, “el propio sindicato tuvo que ir dando marcha atrás en virtud de que afectaba a hospitales, a la policía, a bomberos, también afectaba el suministro de combustible a los aviones”. “Imagínense en pleno Turismo que salen los vuelos al exterior con turistas; hay un acuerdo en Enero, donde el sindicato se comprometía a no afectar el suministro de los aviones y sí lo hizo”, aseguró. “Pero también afecta a la industria láctea, imagínense con la seca que hay, que los tambos no puedan remitir la leche a Conaprole porque la tienen que tirar si no la procesan y a la pesca donde hay 30 barcos que están alistados con la tripulación lista para zarpar que no tienen combustible”. Por último, Stipanicic manifestó al portal El Contenedor que las instancias de diálogo con el sindicado son “permanentes”.