La Revista Naval, una publicación del Club Naval del Uruguay, festejó este martes 18 de abril su Edición Número 100 y lo celebró con un Seminario sobre “Intereses marítimos nacionales” en el que disertaron la Dra. Silvia Etchebarne, presidente de la Liga Marítima del Uruguay, y el profesor Yuri Gramajo, colaborador periodístico de la publicación. El acto -al que fue invitado nuestro portal elcontenedor.uy- se realizó en el salón de conferencias de la Escuela Naval y contó con una numerosa asistencia de público, que incluyó a autoridades nacionales, integrantes de la Armada Nacional, legisladores y miembros del cuerpo diplomático. La Dra. Etchebarne centró su exposición en la difícil situación de la pesca industrial en el Uruguay aunque también abordó otros temas, como la profundización del dragado a 14 metros para el canal de acceso al puerto de Montevideo, el cabotaje, el sistema nacional de puertos y la seguridad, entre otros. Citó un reciente informe de Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) que, a su juicio, deja al descubierto las “grandes carencias” que está teniendo Uruguay en materia de pesca. “Esto no es algo que le ha sucedido a este gobierno, sino que es una constante en un período que abarca los últimos cuatro o cinco ministros de Ganadería, Agricultura y Pesca, que, aparentemente, de la pesca se han olvidado”, afirmó. Agregó que en Uruguay “no hay una elaboración de un plan nacional de pesca” que contemple, por ejemplo, el fomento a una industria naval con créditos blancos del Banco República y recordó que el sector llegó a tener en servicio “más de 120 embarcaciones; hoy quedan menos de una veintena”. De ese total, “doce o catorce, son los que están pescando”. En relación a las especies que se pescan, señaló que apenas se pesca “algo de corvina, pescadilla y merluza” pero no se pescan “ni anchoita, ni calamares, ni atunes, sin embargo, compramos la lata de atún procesado en el supermercado que se pesca acá en el Atlántico Sur pero no lo pescamos nosotros”. “Por algo hay más de 400 barcos que rodean toda nuestra zona económica esperando por esas especies”, observó. Mencionó que Uruguay integra la Comisión para la Conservación del Atún en el Atlántico Sur (ICCAT), una organización pesquera cuya membresía le cuesta a Uruguay unos 50 mil dólares al año, “sin embargo, nuestro país no tiene un solo barco atunero y dejamos que ese recurso se desperdicie y no lo procesamos”. Cuestionó, en ese sentido, la “desidia que ha habido en torno a la pesca” en los últimos veinte años y se preguntó “cuánto incidiría en la economía del país si ese recurso fuera explotado”. “Después tenemos que soportar que vengan y digan que en el puerto de Montevideo no se controla, que se bajan tripulantes, que somos fomentadores de la pesca ilegal; yo puedo decir que la Dinara es altamente exigente con los permisos y eso incluso la ha convertido en un organismo altamente burocrático”, afirmó. Hizo hincapié en que en lo que “sí somos responsables en que no capturamos todo lo que tenemos para capturar, que no tenemos un plan nacional de pesca, ni una política de soberanía alimentaria que fomente que, en las escuelas, hospitales, hogares, se consuma un recurso natural que es nuestro y que está disponible y que generaría para el país divisas muy importantes, tanto, como las que genera la ganadería en este país, esto no lo digo yo lo dice el informe del CERES” que fue presentado en el Parlamento. “La Dinara no puede investigar, no tiene barcos, el Uruguay ha perdido la capacidad de investigación científica. No tenemos un solo barco de investigación científico. No somos capaces de hacer las cartas náuticas. El Oyarbide, está fuera de servicio. El Aldebarán, que todavía está en el puerto de Montevideo, fue retirado del servicio”, afirmó Etchebarne. “No tenemos soberanía, dependemos de los argentinos que embarquen a nuestros científicos para que podamos hacer las investigaciones”, afirmó. Respecto a la seguridad, lamentó que la Armada no disponga de patrullas oceánicas para cuidar nuestros mares. “Desde la Armada se está pidiendo a gritos que haya patrullas oceánicas, para poder controlar recursos naturales propios”, manifestó. Por otro lado, recordó que en 2014, todos los partidos políticos integrantes de la Comisión de Defensa del Senado, firmaron un memorándum de entendimiento que reconocía al Atlántico Sur un creciente valor estratégico y en el que “operan flotan de diversos Estados ajenos a los de la región y sin ningún tipo de control”. Leyó la declaración en la que se establecía, además, que “los Estados ribereños tienen que neutralizar la inclusión de las flotas en sus zonas económicas exclusivas” y que, la Armada Nacional, “debe tener una permanente presencia en nuestros espacios marítimos a través de unidades navales modernas y adecuadas”. “Diez años atrás, se decía esto”, comentó con preocupación Etchevarne. En conclusión, siguió leyendo, “los miembros de la Comisión de Defensa Nacional del Senado manifiestan su voluntad de que en los tiempos que correspondan y de acuerdo a los procedimientos vigentes la Armada Nacional pueda contar con patrulleros oceánicos adecuados a los objetivos nacionales en las presentes declaraciones”. “En los tiempos que correspondan; sospecho que nueve o diez años debe ser un tiempo prudencial, verdad, para que finalmente esto que es una decisión política. Los requerimientos técnicos están dados. Muchos de los que están acá deben haber trabajado en esos requerimientos técnicos, y ya sabemos qué es lo que se necesita, y cuales son las condiciones que hay que tener para custodiar nuestra Zona Económica Exclusiva, lo que acá falta aparentemente es una decisión política que haga que esto no vuelva a suceder. Esta declaración es del 28 de julio de 2014. Nada cambió hasta ahora. Lo único que necesitamos es una decisión política para que se compren patrullas oceánicas y se puedan custodiar todos los recursos naturales”, afirmó. Porque “¿saben qué ? En esa zona pasan muchas cosas no solamente la pesca, hay cuestiones de seguridad, ambientales, narcotráfico, piratería, en fin, todo eso hoy es, ‘tierra de nadie’”. Sobre el cabotaje, dijo que éste “desapareció” y hoy “no tenemos más nada”, señaló que, en los últimos días de este mes, se reunirá el Subgrupo de Trabajo Nº 5 “Transportes”, para “tomar una decisión respecto de los acuerdos multilaterales de transporte, algo que Argentina viene sistemáticamente incidiendo y Uruguay no tiene más que ir de veedor”. “Y ¿por qué vamos de veedores? Porque no tenemos cabotajes. ¿Qué vamos a ir a suscribir si no hay cabotaje?. Y les voy a dar los ejemplos. Provincias Unidas, Alianza del Plata, el Paysandú y recientemente, el Expreso del Plata. Todos esos barcos, sin ningún tipo de actividad comercial, el fracaso estrepitoso del cabotaje. Y seguimos con una ley de 1954. Reitero, esto no es una cuestión de política de este gobierno. Esto ha sido sistemáticamente de los últimos 4 o 5 gobiernos, por lo menos. Nadie ha abordado los temas de intereses marítimos, fluviales y portuarios, más allá de buenas intenciones, ni ha tomados las decisiones políticas que requieran que estos temas se solucionen”. “Seguimos tirando a la basura, la ley del fondo de la marina mercante, saben cuantos barcos hay hoy de bandera nacional navegando. Once. Cuatro de Montes del Plata, hay cuatro de Botnia, (UPM 1) que van de la terminal de UPM hasta Nueva Palmira. Y los tres de Ancap. Esos son todos los barcos que tenemos”. Lamentó que “hoy los astilleros están cerrados con candados” porque ya “no hay industria naval” y dijo que “estos 11 barcos se construyeron acá en un lapso de tiempo que no fue muy largo, significa que la industria naval tuvo una considerable puja”. Se refirió también a la decisión de Ancap de transportar, por camión y no por vía marítima, el combustible a las terminales de Juan Lacaze, Palmira, Paysandú. “Personalmente, me reuní con el vicepresidente de Ancap, le dije que era un auténtico desastre y un despropósito logístico y económico”, afirmó.Sobre los cruceros, destacó la muy buena temporada que acaba de terminar, pero entiende que, al mismo tiempo, encuentre una solución para los cruceristas, porque si bien “fue muy atractivo desde el punto de vista operativo fue absolutamente entorpecedor, además de no seguro”. Valoró que el país y la ANP “hayan apostado por un turismo de cruceros y está muy bien, porque Montevideo entra en la ruta y genera muchos empleos, pero entiendo que tiene que haber una solución para los cruceristas que generan para la actividad un dólar per cápita. No debería enlentecerse la operativa comercial. El puerto de Montevideo merece darle a los cruceristas como la que tienen los vecinos en sus terminales”. Sobre la profundización del canal de acceso al puerto de Montevideo a 14 metros, señaló que “es un periplo que lleva un buen tiempo, que partió de una interpretación errónea de la administración anterior, lo que genera una confusión que termina que Uruguay no tiene la autorización para dragar a esa profundidad”. “Entonces, empezamos un proceso de consultas previsto en el Tratado del Río de la Plata para que Argentina otorgue la autorización. La verdad es que el proyecto ejecutivo que se envió fue muy bueno, sin embargo la delegación argentina presenta más de 29 objeciones que realmente causan perplejidad: algunas que son técnicas pueden llegar a tener algún asidero, pero la gran mayoría no tiene ningún tipo de reflejo en lo que el Tratado del río de la Plata tiene previsto. Por lo cual, nos hemos aventurado a decir que no hay disposición de la delegación argentina a otorgarle a Uruguay la autorización. De todos modos, el Tratado del Río de la Plata resuelve esa situación, nos llevará más o menos tiempo. No tengo ninguna duda que las 29 objeciones responden a una posición política de una muy mala relación que estamos teniendo hoy con Argentina.Etchebarne se refirió, además, a la seguridad portuaria y a los escáner que se van a colocar en el puerto de Montevideo. Esto tiene que ver, dijo, con un “mal endémico” que es el narcotráfico -al que definió como la “transnacional más exitosa del mundo”- que afecta no solo a Uruguay sino a todos los países y resaltó que Montevideo recibe ciertas rutas que desembocan en África. “Esa ruta oceánica nos da dolores de cabeza porque en definitiva llega a puertos donde los controles son muy laxos”, afirmó.Dijo que el Ministerio de Economía y Finanzas tomó la decisión de instalar tres escáner y agregó que “no es casualidad que, frente al anuncio, se detecta un cargamento de droga en Fray Bentos”. “Entonces, quiero plantear acá que, tengamos cuidado, porque estamos frente a un sistema nacional de puertos, y si decimos que vamos a controlar mucho Montevideo, ojo, que no se empiecen a colar por otros lados”, observó.“Identifiquemos que se requiere una política de coordinación, se requieren políticas de Estado que abarquen todos estos temas en su integridad. Es decir, no está la seguridad lejos de la pesca, lo mismo los cruceros, el narcotráfico”, afirmó. Por último, sobre la construcción del Canal Magdalena por parte de la República Argentina, Etchebarne admitió no estar “tan convencida” del perjuicio que traería a Montevideo. Señaló que en el canal Punta Indio, “transitan por año unos 4 mil a 5 mil barcos, eso hace que el tráfico sea intenso, hay esperas y esa es la queja mayor de los argentinos”. “Si se hiciera el canal Magdalena, Argentina dice que llegaría hasta los puertos del Sur, Bahía Blanca y Queuquén, puertos fundamentalmente graneleros, que seguirían hasta el sur, cargan granos y seguirían por el canal Magdalena”. En realidad, agregó, “los barcos graneleros no entran a Montevideo, son muy pocos lo que sí lo hacen, normalmente, la principal terminal es Nueva Palmira, eso qué significa, que se descongestionaría el Punta Indio, significa que más de la mitad de los barcos que hoy tenemos transitando, seguirían esa ruta alternativa. Eso puede ser tremendamente beneficioso para nosotros, básicamente, porque recibimos otras cargas, puntualmente, contenedores. Quiero decir, es mi posición personal, que este canal alternativo, en caso de hacerlo a costos siderales, yo entiendo que el canal Punta Indio puede verse descongestionado y que el tráfico de contenedores o de otras cargas que sí recibimos en nuestro puerto, puede llegar a ser mucho más fluido. Uruguay tiene que estar atento, en caso de no adecuarse el proyecto ejecutivo, iniciaremos el procedimiento que está establecido en el Río de la Plata. Además, se ha dicho, que si hay un cambio de gobierno, el canal se retira”, afirmó.
Secretaría de Asuntos Marítimos
Por su parte, Gramajo, hizo hincapié en la necesidad de modificar la percepción sobre los intereses marítimos nacionales y recordó que, prácticamente, no hay sector económico del país que no tenga directa o indirectamente distintas formas de vinculación con el ámbito marítimo. Graficó que el “mapa” tradicional del Uruguay está afirmado únicamente en la tierra y no en el mar donde el país posee una extensión territorial mucho más grande. En ese sentido, mencionó que, en la Revista Naval, se ha discutido la necesidad de promover una conciencia marítima ya desde la Educación Primaria para que “las futuras generaciones conozcan que el Uruguay no termina en la playa; la otra mitad del Uruguay, quizás más importante, comienza en la playa”. Compartió que quizás la pesca sea el interés marítimo nacional más descuidado en la actualidad y recordó que el país tuvo un importante crecimiento en este rubro en los años 70 y 80 del siglo pasado cuando se contó con la flota más grande en términos de pesca industrial. Destacó que hay coincidencia en el sistema político con la necesidad de establecer una estructura que coordine la actividad marítima y culminó su exposición planteando la iniciativa de que la Revista Naval impulse la creación de una “Secretaría de Asuntos Marítimos” para que “las cuestiones vinculadas con el mar comiencen a estar coordinadas”. La iniciativa fue compartida por la Dra. Etchevarne quien consideró, además, que dicha Secretaría debería funcionar en la órbita de la Presidencia de la República. “¿Cuál sería la función fundamental? Coordinar”. “A lo largo de todos los temas que hablé varios ministerios estuvieron involucrados: el ministerio de Defensa, el de Ganadería, Agricultura y Pesca, el de Economía y Finanzas, la OPP, el de Relaciones Exteriores, el de Educación, el de Industria, el de Ambiente. Ahora, todos esos organismos que funcionan de forma compartimentada requieren una Secretaría, un Instituto, llámenlo como quieran, que coordinen todos nuestros intereses portuarios, marítimos, fluviales, que funcionen al más alto nivel”, afirmó.
Conciencia marítima nacional
El acto fue cerrado por el Director de la Revista Naval, el CN ® Aldo Francéscoli, quien en nombre de la Comisión Editorial de la Revista Naval recordó los inicios de la publicación y el primer número, en junio de 1988, bajo la conducción del capitán de navío Luis Salvo y con el auspicio Club Naval. “Nadie imaginaba, entonces, que, 35 años después, estaríamos conmemorando nuestra centésima edición habiendo recorrido un camino en el cual también llevamos a cabo publicaciones especiales, conferencias de destacadas personalidades y desde la elección presidencial de 1994, en un hecho único, los cuestionarios a todos los candidatos a presidente sobre los temas de mayor interés”. Agregó que, con el paso del tiempo, “fuimos ampliando nuestro horizonte temático a un enfoque más abarcativo, más cercano a la diversidad de lo estratégico. Dicho enfoque dio lugar a nuestra actual visión que se orienta a la promoción de los intereses marítimos nacionales, en lo comercial, industrial y logístico, con una Armada profesional y adecuadamente equipada”. Señaló también que la Revista Naval “persigue el desarrollo de la conciencia marítima nacional aprendiendo, comprendiendo y difundiendo los importantes aportes a la economía y al trabajo que se hace desde nuestro territorio marítimo”. Afirmó que allí el Estado “no solo debe fomentar la explotación sustentable de los recursos naturales disponibles sino que también está obligado a su control y a mantener presencia para asegurar el cumplimiento de las leyes nacionales y del derecho internacional marítimo”. Manifestó que muchas generaciones de orientales se han formado “de espaldas al mar” y consideró necesario incluir en el proceso de enseñanza el aprendizaje de los conocimientos que permitan a nuestros niños y jóvenes comprender que “el mapa del Uruguay incluye su territorio marítimo”. Agregó que Uruguay, enclavado en una zona focal marítima de alta importancia para el tráfico del Atlántico Sur y de la Cuenca del Plata debería poseer una alta conciencia marítima y una política de Estado de permanente atención y desarrollo de su territorio marítimo que tendría que comenzar por la educación de los jóvenes sobre los aspectos básicos de la importancia del tema ya desde la enseñanza Primaria”. Por último, agradeció las notas de saludos recibidas de parte de la Administración Nacional de Puertos (ANP), del Comando General de la Armada Nacional, del Centro de Navegación, del Club Naval y de la Liga Marítima Uruguaya.
El 35° Aniversario
La Revista Naval, cuyo primer número salió en junio de 1988, celebra, además, su 35° aniversario. Expresaba en su primer editorial escrito por el Capitán de Navío (CG) Luis A. Salvo, que los objetivos de la publicación trazados por su Comisión Editorial eran “principalmente dos: el de brindar la posibilidad de exposición del pensamiento, bajo la forma respetuosa y de libre opinión, de todo aquel que sienta una inquietud humana o profesional y generosamente quiera hacerla partícipe a los demás y en segundo lugar que esta Revista sea un vehículo útil y adecuado de trabajo que colabore y completamente a otros factores que a lo largo de la vida profesional contribuyen continuamente a nuestra formación”.
(https://www.revistanaval.com.uy/).