Comenzó este lunes en Montevideo la LXI cumbre del Mercosur con un encuentro del Consejo del Mercado Común, que está integrado por los cancilleres y ministros de Economía del bloque regional (Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay). El encuentro, que se desarrolla en la sede del Mercosur, finaliza este martes con la reunión de los Jefes de Estado del bloque y de sus Estados asociados. Como se preveía, desde el comienzo quedó en evidencia el desacuerdo existente entre Uruguay y el resto de los países socios con la política de apertura que sigue adelante la administración de Luis Lacalle Pou. El canciller de Uruguay, Francisco Bustillo, que el jueves pasado solicitó la adhesión de Uruguay al Acuerdo Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés), reiteró la demanda de modernizar el bloque regional.
Afirmó que la región necesita un Mercosur “capaz de estrechar lazos con otros países y bloques” y, enfatizó, “no nos podemos permitir el inmovilismo”.
«A la fecha, el Mercosur tiene tan solo 11 acuerdos vigentes, solamente 4 de ellos extrarregionales. Nuestro último acuerdo comercial es del año 2011, con Egipto», recordó. Agregó que “un dato no menor es que desde el año 2010 a la fecha, la Organización Mundial de Comercio (OMC ) registra 172 acuerdos de libre comercio. Ninguno del Mercosur».
«No tenemos acuerdo con ninguna de las 10 principales potencias económicas y comerciales en el mundo», criticó.
«Con la región de Asia, la de mayor crecimiento en los últimos años, el Mercosur, solamente tiene 2 negociaciones en curso, una con Corea y otra con Singapur, y con India un acuerdo de mínima significación económica», apuntó Bustillo.
Bustillo insistió: «el bloque no puede, ni debe conformarse, luego de 31 años, únicamente con estos logros. Precisamos un bloque que pueda y quiera proyectarse en las nuevas dinámicas y tendencias mundiales”. “Precisamos un bloque aggiornado, moderno, que quiera y pueda hacer frente a los desafíos del ayer, hoy y mañana», abundó.
En opinión del canciller, que el jueves pasado entregó el pedido formal de intención de ingresar al CPTPP, si los miembros del Mercosur no se cuestionan el presente del bloque, el mismo “estará condenado irremediablemente al fracaso, a la intrascendencia». «Si no nos permitimos ni tan siquiera cuestionarnos el aquí y el ahora, nuestro bloque estará condenado irremediablemente al fracaso, a la intrascendencia», advirtió. Por otra parte, dijo que el Mercosur tiene “un Arancel Externo Común que no tiene absolutamente nada de común. No existe, por tal un Arancel Externo Común. Como no existe una Unión Aduanera, porque en realidad nunca la hemos querido conformar». Recordó que, desde que asumió la administración de Luis Lacalle Pou, a mediados de año, Uruguay dio la discusión sobre la urgencia de sincerar y modernizar el funcionamiento del Mercosur, una postura muy defendida este mismo año cuando el presidente y su par de Argentina, Alberto Fernández, se cruzaron en Asunción por el Tratado de Libre Comercio con China. El canciller Bustillo también destacó que este último semestre que Uruguay ocupó la presidencia pro témpore del Mercosur, el gobierno pidió la creación de un espacio de reflexión interno para trabajar en la revisión de las dinámicas internas y externas del bloque.
«Luego de un arduo y comprometido trabajo en el que procuramos sincerar y modernizar el bloque el convencimiento que estamos en el estadio de integración que la mayoría ha querido y en el que nos movemos con tranquilidad y mansedumbre».
«En pocas palabras, somos lo que hemos querido ser: una zona de libre comercio imperfecta”, culminó Bustillo.
Respuestas de Argentina, Brasil y Paraguay
La respuesta no se hizo esperar. Los cancilleres de Argentina, Brasil y Paraguay manifestaron su preocupación por el camino “unilateral” adoptado por Uruguay y advirtieron que con esa actitud se viola el Tratado fundacional del Mercosur. «Vemos con preocupación que se emprende un camino que parece ser unilateral y que, muy probablemente, podría desembocar en una ruptura», advirtió el canciller argentino, Santiago Cafiero. Insistió con que el camino adoptado por Uruguay «es contrario a la normativa del Mercosur, no tanto porque resulta incompatible con el artículo 1 del Tratado de Asunción, de construir una unión aduanera, sino sobre todo porque es violatorio de la regla del consenso, principio fundamental del Mercosur».
Cafiero estuvo este lunes con sus colegas del bloque y funcionarios de Economía. El presidente argentino Alberto Fernández viajará este mismo martes a una cumbre también marcada por la ausencia de Jair Bolsonaro, que perdió las elecciones ante Lula da Silva. “Es importante que la agenda externa del bloque contemple los intereses exportadores de todos los socios y de todos nuestros sectores productivos. Para nuestros países, el crecimiento de las exportaciones es fundamental para el fortalecimiento de las economías, el empleo y el tejido productivo y social”.Y luego señaló que las negociaciones demandan tiempo. «Pero estamos convencidos de que la mejor estrategia no es apresurarse a cerrar acuerdos que, luego, profundicen nuestras brechas productivas y científico-tecnológicas con otros Estados o bloques. La política industrial sigue siendo clave para el desarrollo del empleo y la conquista posterior de mercados. Las negociaciones deben arrojar resultados equilibrados para todas las partes, de lo contrario, ningún acuerdo es viable y sustentable”. El jefe de la diplomacia argentina puso de relieve que “lo que viene faltando aquí es el testimonio del concreto y recíproco reconocimiento de la importancia política que los Estados Parte del MERCOSUR nos hemos dado y plasmado en el Tratado de Asunción. Allí se expresa el compromiso de una cierta correspondencia política que aquí está faltando. No estamos observando una aspiración a la futura convergencia dentro del bloque. Por el contrario, vemos con preocupación que se emprende un camino que parece ser unilateral y que, muy probablemente, podría desembocar en una ruptura”. «No queremos plantear aquí una discusión jurídica —tenemos órganos y mecanismos específicos del Mercosur para ello— no nos asustan los enfoques bilaterales. Estos no han sido por completo extraños a nuestro proceso de integración, para nada. No se trata de nada nuevo si tomamos en cuenta lo más reciente (Singapur, Israel), pero han sido siempre fruto del consenso», puntualizó Cafiero. Y dijo: «Es la unilateralidad de ciertas decisiones lo que nos preocupa, al margen de las discusiones jurídicas que van a llegar en algún momento y en algún lugar, lo que viene faltando aquí es el testimonio del concreto y recíproco reconocimiento de la importancia política de los Estados parte del Mercosur nos hemos dado y plasmado en el Tratado de Asunción», acotó el canciller argentino. El gobierno paraguayo y el brasileño coincidieron con el planteo de Cafiero. “El consenso en la toma de decisiones es el compromiso del Mercosur, no hay lugar para segundas interpretaciones”, dijo el canciller paraguayo Julio Arriola. Carlos França, canciller del gobierno de Jair Bolsonaro, admitió que están “preocupados por problemas que surgirían de negociaciones unilaterales” y llamó a “discutir de manera franca, respetando los mecanismos del bloque”.