Unos 146,000 trabajadores de la industria automotriz en Estados Unidos están preparados para ir a huelga esta semana si General Motors, Ford y Stellantis no cumplen con sus demandas de aumentos salariales sustanciales y la restauración de concesiones anteriores.
El presidente del sindicato United Auto Workers, Shawn Fain, ha advertido que cualquiera de las tres compañías que no llegue a un acuerdo antes de la fecha de vencimiento del contrato el jueves 14 de setiembre podría enfrentar una huelga.
Ambas partes han estado intercambiando propuestas salariales y de beneficios, pero es posible que no se llegue a un acuerdo final a tiempo para evitar interrupciones en la producción de automóviles.
¿Cuales son las demandas?
El sindicato está pidiendo un aumento del 46% en el salario general durante cuatro años, así como la eliminación de varios niveles salariales para los trabajos de fábrica, una semana laboral de 32 horas con 40 horas de salario y la reintegración de pensiones tradicionales para las nuevas contrataciones.
El sindicato también quiere representar a los trabajadores en las fábricas de baterías para vehículos eléctricos que se están construyendo actualmente, ya que la industria se está moviendo hacia los vehículos eléctricos.
Actualmente, los trabajadores contratados después de 2007 de UAW no reciben pensiones de beneficio definido y tienen beneficios de salud menos generosos. El sindicato ha argumentado que los fabricantes de automóviles rentables pueden permitirse aumentar el salario de los trabajadores a la luz de su éxito financiero.
Las compañías han hecho ofertas de contrato con aumentos salariales y pagos de suma global variables, pero han rechazado la solicitud del sindicato de una semana laboral más corta. Argumentan que los costos de cumplir con las demandas del sindicato los obligarían a aumentar los precios de los vehículos, lo que los pondría en desventaja en comparación con los competidores de Europa y Asia.
Se espera que las negociaciones entre el sindicato y las compañías continúen en los días previos a la fecha límite de la huelga. Si se llegara a producir una huelga, esto podría eventualmente llevar a un aumento en los precios de los automóviles a medida que disminuyan los suministros en los concesionarios. Actualmente, los fabricantes de automóviles tienen suficientes vehículos para durar 70 días.
Sindicato rechaza oferta salarial
La primera oferta de salarios y beneficios de General Motors al United Auto Workers estuvo muy por debajo de las demandas iniciales del sindicato.
La oferta llegó una semana antes de que expiren los contratos nacionales del UAW con GM, Stellantis y Ford, y aunque ambas partes están muy alejadas, es una señal de movimiento.
El presidente del sindicato, Shawn Fain, calificó la oferta de “insultante”. Fain amenazó con iniciar una huelga contra cualquier fabricante de automóviles que no llegue a un acuerdo tentativo cuando los contratos expiren a las 23:59 p.m. del 14 de septiembre.
GM ofrece un aumento salarial del 10% bajo un nuevo contrato de cuatro años, más dos pagos únicos adicionales del 3%. También ofrece un pago de inflación de 6.000 dólares; 5.000 dólares más en sumas globales para proteger contra la inflación durante el contrato y un bono de ratificación del contrato de 5.000 dólares. La compañía no dijo cuándo entrarían en vigor los aumentos salariales o las otras prestaciones.
La oferta salarial es ligeramente mejor que la de Ford que fue rechazada por el sindicato.
En un mensaje de texto enviado a través de un portavoz el jueves, Fain dijo que la propuesta “no se acerca a un acuerdo equitativo”.
Costo de la huelga
Una huelga de diez días de los trabajadores de General Motors (GM), Ford y Stellantis en Estados Unidos tendría un costo de cinco mil millones de dólares, según un estudio dado a conocer en los últimos días.
El estudio, realizado por la firma Anderson Economic Group (AEG), se da a conocer pocos días antes de que los 143 mil de los tres fabricantes de automóviles afiliados al sindicato United Auto Workers (UAW) voten para autorizar la aprobación de la huelga si las negociaciones laborales no avanzan.
El estudio estima que una huelga de diez días le costaría a los trabajadores afiliados a UAW 859 millones de dólares en pérdida de salarios. Para las empresas, el costo sería de 989 millones de dólares.
El resto de las pérdidas, hasta llegar a los 5.000 millones de dólares, serían sufridas por trabajadores y empresas que dependen de los tres grandes fabricantes estadounidenses.
El consejero delegado de AEG, Patrick Anderson, recordó en un comunicado que cuando los 48.000 trabajadores de GM se declararon en huelga en 2019, el estado de Michigan, donde se sitúan gran parte de las plantas de producción de la empresa, sufrió una recesión durante un trimestre.
Anderson añadió que si UAW declara la huelga en GM, Ford y Stellantis, el paro “impactará las economías de Michigan y de todo el país”.
Biden pide llegar a acuerdo “justo”
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó a los tres grandes fabricantes de automóviles del país, General Motors, Ford y Chrysler Stellantis, por un lado, y al principal sindicato del sector, por otro, a llegar a un acuerdo “justo” para evitar una huelga.
En un comunicado, Biden subrayó que quiere dejar “claro” que ambas partes deben trabajar juntas para forjar un pacto.
Explicó que la transición hacia una economía de energía limpia debería suponer beneficios para todos.
“Debería permitir a los trabajadores obtener buenos salarios y prestaciones para apoyar a sus familias, al tiempo que nos llevan a un futuro en el que EE.UU. lidere el camino en la reducción de las emisiones de vehículos produciendo autos que compitan de forma exitosa a nivel nacional y global”, afirmó el mandatario.
Biden consideró que las empresas deberían aprovechar este proceso para garantizar que sus trabajadores se impliquen en esta nueva fase, ofreciendo buenos sueldos y que tengan voz en lo que respecta al futuro de sus lugares de trabajo.
El mandatario dijo que la transición a la energía limpia debe ser justa, lo que significa que los fabricantes se aseguren de que sus empleados puedan mantener a sus familias y garantizarles el derecho a organizarse, además de tomar las medidas necesarias para evitar cierres “dolorosos” de plantas.
Agregó que UAW ha ayudado a “crear la clase media estadounidense” y que “se merece” un acuerdo con los fabricantes que sostenga a la clase media en la transición hacia nuevas tecnologías.
Trabajadores, clase media y Wall Street
En su primer mitin de campaña, de cara a la reelección en 2024, Biden pidió en junio pasado el apoyo de los sindicatos y presumió de ser el “presidente más prosindicatos de la historia de EE.UU”.
El mandatario afirmó en aquel entonces que son los trabajadores y la clase media quienes construyen Estados Unidos, y no los empresarios de Wall Street.