El 24 de febrero de 2022, Rusia lanzó una brutal invasión a gran escala contra Ucrania, violando su soberanía e integridad territorial, dos de los principios fundacionales más básicos e importantes de las Naciones Unidas.
Ha pasado un año desde que la Federación Rusa desplegó la invasión a gran escala de su país vecino. Los efectos del desastre humanitario y económico que sufren a diario los ucranianos se han extendido más allá de las fronteras de Ucrania, por toda Europa y por todo el mundo, incluso hasta Uruguay. La agresión de Rusia contra Ucrania es un grave desafío al sistema internacional de normas que sustenta la paz, la prosperidad y la seguridad global.
Desde el 24 de febrero de 2022, fecha en la que Vladimir Putin decidió intensificar esta guerra contra Ucrania con una invasión a gran escala, el mundo entero ha sido testigo de innumerables atrocidades, incluidos crímenes de guerra perpetrados por las fuerzas rusas. Las bombas de Rusia han alcanzado hospitales y zonas civiles, sus ataques con misiles han matado civiles, se han ordenado reubicaciones forzosas y violado los derechos humanos.
Rusia continúa desplegando campañas de desinformación para engañar a su propio pueblo y manipular la opinión pública, las reacciones políticas y las amistades fuera de sus fronteras. Rusia no anticipó el coraje, la valentía y la resistencia del pueblo ucraniano, ni su determinación por seguir siendo libres. Rusia no anticipó la reacción inmediata y la condena pública de sus acciones por parte de la inmensa mayoría de la comunidad internacional. No anticipó tampoco que la prensa independiente iba a informar acerca de la verdadera crueldad de los crímenes de guerra y atrocidades cometidas por Rusia.
Putin pensó que su invasión a gran escala de Ucrania iba a ser rápida y fácil, que no había forma de que su vecino pudiera defenderse eficazmente de un ataque a gran escala. Pero Ucrania le demostró a Putin que estaba equivocado. Los ucranianos continúan luchando con gran firmeza por su independencia, y su país sigue recibiendo apoyo militar y humanitario de todo el mundo para defender a su pueblo y territorios.
Rusia no esperaba que los países democráticos del mundo unieran sus voces, para condenar tan claramente esta invasión a gran escala en curso, que viola fronteras internacionalmente reconocidas. Rusia no esperaba marchas y manifestaciones de solidaridad en ciudades de todo el mundo, incluso por parte de miles de valientes ciudadanos rusos, ni la abrumadora cantidad de ayuda humanitaria y financiera y de material militar enviados a Ucrania.
Hoy, 12 meses después de esta invasión a gran escala injustificada, no provocada e ilegal, las misiones diplomáticas en Uruguay que firmamos esta carta, decidimos no mirar hacia otro lado ante lo que sigue sucediendo en Ucrania. No podemos tolerar ver la evidencia del pueblo ucraniano luchando por sobrevivir al duro invierno sin calefacción, electricidad y agua potable.
La guerra de Rusia ha aumentado la inseguridad alimentaria y energética, generando oleadas de inestabilidad, inflación e incertidumbre en todo el mundo. La guerra también ha dejado claro que debemos defender el sistema multilateral, en el que los países más pequeños tienen los mismos derechos que los más grandes.
Los países abajo firmantes han trabajado codo con codo con socios de todo el mundo para reforzar la capacidad de Ucrania de resistir los embates de Rusia y aumentar el respeto por la Carta de las Naciones Unidas. Aplaudimos a todos los países que se han unido en solidaridad con Ucrania en defensa de su soberanía e integridad territorial.
El primer aniversario de la invasión a gran escala, injustificada y no provocada de Ucrania por parte de Rusia, que afecta a Europa y al resto del mundo, es un poderoso recordatorio de que los peores autores de violaciones y abusos de los derechos humanos deben rendir cuentas y de que no puede haber impunidad para los crímenes de guerra y otras atrocidades.
Debemos seguir defendiendo la democracia, el Estado de derecho y la paz. Si no lo hacemos, todos sufriremos las consecuencias, minimizando nuestras posibilidades de vivir libres en paz y prosperidad. Apoyamos a Ucrania y condenamos las acciones de Rusia, exigimos a Rusia que ponga fin a la guerra inmediatamente cesando sus ataques contra Ucrania, y que retire completamente e incondicionalmente sus fuerzas del territorio ucraniano. También queremos subrayar la necesidad de alcanzar, lo antes posible, una paz global, justa y duradera, coherente con los principios de la Carta de las Naciones Unidas. Estamos decididos a apoyar a todos aquellos que trabajan pacíficamente por un futuro inclusivo y democrático para el pueblo de Ucrania. Como repiten nuestros líderes: “Continuaremos junto al pueblo ucraniano todo el tiempo que sea necesario”.
Suscriben esta declaración las siguientes misiones diplomáticas presentes en Uruguay: Alemania, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Italia, Japón, Portugal, Reino Unido, Rumania y Unión Europea.(*)
(*) Con motivo de cumplirse un año de la invasión rusa a Ucrania, el Cónsul Honorario de Ucrania, Diego Guadalupe, realizó este viernes 24 de febrero en Montevideo (Uruguay) un acto en memoria de las víctimas. En solidaridad con Ucrania, la embajada británica en este país ofreció la residencia para este evento. Durante la breve ceremonia, hicieron uso de la palabra el Cónsul Guadalupe, así como la Sra. Embajadora de Reino Unido, Faye O’Connor. También se realizó un minuto de silencio y luego se entonó el himno ucraniano. Entre los presentes, había varios integrantes de la diáspora ucraniana, según pudo corroborar El Contenedor.