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El astillero español Cardama inició esta semana la construcción de la primera de las dos patrullas oceánicas (OPV) para la Armada del Uruguay, con el corte de la primera placa de acero para el buque, denominado temporalmente “C-250”. Cardama bautizó los buques C-250 y C-251 a la espera de la designación oficial de la Armada Uruguaya.
Este hito se produce tras los pagos iniciales del gobierno uruguayo y la entrega de los certificados de Lloyd’s que aprueban el diseño. La colocación de la quilla está prevista para mayo de este año.
Estos buques, diseñados por Cintranaval y certificados por Lloyd’s Register, tendrán 86,75 metros de eslora y 12.2 metros de manga,, reforzarán la vigilancia y la soberanía marítima de Uruguay con un alcance de 7.000 millas náuticas, una velocidad máxima de 21 nudos, propulsados por motores Caterpillar (10.120 kW) y una tripulación de 98 personas.
Estarán equipados con un cañón de 30 mm y dos ametralladoras de 12,7 mm de Escribano, sistemas de control de tiro de la compañía danesa Terma y una plataforma de helicópteros/UAV, que apoyará tareas como patrullaje, búsqueda y rescate, y ejercicios.
El proyecto se estiró por un año desde la firma inicial del contrato en diciembre de 2023.
Astilleros Cardama considera este trabajo como “el pedido más importante en sus más de cien años de historia” por más de 80 millones de euros.
«Un orgullo para el sector naval español»
Tras la firma del contrato, en diciembre de 2024, Mario Cardama declaró al semanario Búsqueda que fabricar las OPV de la Armada Nacional era un proyecto inédito para su empresa, y “un orgullo para el sector naval español”
La operación llega poco más de un mes después de que el propio dueño del astillero se reuniese en Montevideo con el entonces futuro presidente de la República del Uruguay, el vencedor de las últimas elecciones, Yamandú Orsi.
