La pandemia supuso un golpe para la industria de la aviación comercial, que vio cómo las restricciones sanitarias dejaban a buena parte de sus clientes en tierra. Sin embargo, y pesar de los shocks posteriores ―el cuello de botella en la cadena de suministros, el cierre de China, la guerra de Ucrania o la inflación―,lo peor ya pasó para el sector, que apunta a una década de crecimiento. La flota mundial de aviones aumentará un 33% en los próximos 10 años, hasta superar las 36.000 aeronaves, según el estudio anual sobre el sector que realiza la consultora Oliver Wyman que publica el matutino El País de Madrid.
La flota mundial
En la actualidad, la flota mundial cuenta con casi 27.400 aeronaves, una cifra que ya roza la de enero de 2020, antes de que la pandemia paralizara el transporte aéreo de pasajeros prácticamente en su totalidad. De hecho, el informe prevé un número récord de entregas de aviones a las aerolíneas en los próximos diez años, a pesar de las actuales limitaciones de la cadena de suministro: 20.600 nuevos aviones, la mayoría de ellos de fuselaje estrecho, donde la demanda es mayor.
Por regiones, la India será la que más crezca: su flota pasará de las 626 aeronaves que tiene ahora a más de 1.300 en 2033. En febrero, Air India realizó el mayor pedido de la historia: 470 aviones. Rusia es, por el lado contrario, el país que verá reducirse más su industria aérea, castigado por las sanciones y su aislamiento internacional: su flota comercial se contraerá un 25% en los próximos 10 años. El documento señala cómo el aislamiento de Moscú está obligando a su industria a buscar repuestos dentro de su propia flota para mantener a sus aviones en el aire.
Este crecimiento general no estará exento de desafíos, advierten los expertos de Servicios y Transportes de Oliver Wyman en España y Portugal. Especialmente en Europa: “Se prevé que el sector se enfrente a limitaciones derivadas de una cadena de suministro desbordada, la escasez de mano de obra y las nuevas normas sobre reducción de emisiones, que obligarán al sector a desarrollar soluciones innovadoras o a reducir su tamaño”, señalan.
Emisiones de CO₂
De acuerdo con la consultora Global Factor, la industria aeronáutica fue el sector más contaminante el año pasado en España, hasta llegar a los 6,96 millones de toneladas de emisiones de CO₂. Para reducir esta huella, la industria tendrá que invertir en combustibles verdes, conocidos en la jerga del sector como SAF, que emiten entre un 50% y un 80% menos de gases de efecto invernadero. Según los datos de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), el año pasado se produjeron solo 300 millones. En la Unión Europea, el reglamento ReFuelEU Aviation prevé que el 63% del combustible consumido por la aviación comercial sea sostenible en 2050.
Solo para mantener los niveles de emisiones de 2019, la industria necesitaría producir 60.000 millones de litros de combustible verde a nivel global, indican los analistas de Oliver Wyman. Sin embargo, sus predicciones más optimistas apuntan a que, para 2030, la producción de SAF no llegue a los 4.500 millones de litros.
De la mano del número de aeronaves y de las tecnologías que lo acompañan, el informe prevé que el mercado de posventa —mantenimiento, reparación y revisión— se dispare. Este año, apuntan, crecerá otro 22% a nivel global, superando los 94.000 millones de dólares (unos 86.000 millones de euros). Para 2030 rondará los 125.000 millones (más de 114 millones de euros).
Empleo
A la vista de estas predicciones de crecimiento, la industria aérea necesitará aumentar su mano de obra. Según el informe, en Norteamérica, el sector experimenta una escasez de pilotos de aerolíneas comerciales y de mecánicos de aeronaves del 18% y del 14%, respectivamente.
El problema es global. En Europa, la escasez de personal de tierra fue tan grave en 2022 que algunos aeropuertos (Heathrow en Londres y Schiphol en Ámsterdam), tuvieron que imponer límites de capacidad. En la India, el mercado en el que la aviación experimenta el crecimiento más rápido, la necesidad más urgente es de más controladores aéreos. “Como muchos puestos de trabajo en la aviación son fundamentales para las operaciones, cualquier escasez puede acabar limitando el crecimiento del sector, no por falta de demanda, sino por restricciones de la oferta”, señala el informe.