Principales navieras se comprometen a tener un BL electrónico estandarizado para 2030

Nueve de las navieras más grandes del mundo se comprometieron a convertir el 50% de los conocimientos de embarque originales (OBLs) en digitales en un plazo de cinco años y el 100% para 2030 para acelerar la digitalización del comercio de contenedores.
febrero 18, 2023
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El BL es uno de los documentos comerciales más importantes en el transporte de contenedores.

La Digital Container Shipping Association (DCSA) anunció esta semana que sus nueve miembros se comprometen a adoptar al 100% un conocimiento de embarque electrónico (eBL) basado en los estándares de la DCSA para 2030. Alejarse de la transferencia de papel físico de los BLs podrían ahorrar US$6.5 mil millones en costos directos para las partes interesadas, permitir US$30-40 mil millones en crecimiento anual del comercio mundial, transformando la experiencia del cliente y mejorando la sostenibilidad, dijo DCSA, según publicó el portal Mascontainer.

El BL es uno de los documentos comerciales más importantes en el transporte de contenedores. Funciona como un documento de título, recibo de los bienes enviados y un registro de los términos y condiciones acordados. Las navieras emiten alrededor de 45 millones de BLs al año. En 2021, solo el 1,2% de estos eran electrónicos.

Los procesos manuales basados ​​en papel consumen mucho tiempo, son costosos y ambientalmente insostenibles para las partes interesadas a lo largo de cadenas de suministro complejas. Los procesos basados ​​en papel fallan cuando la carga en los puertos no puede salir porque los OBLs o los documentos de título no llegan o no pueden procesarse manualmente a tiempo. Por el contrario, los procesos digitales permiten que los datos fluyan de forma instantánea y segura, lo que reduce los retrasos y el desperdicio, agrega DCSA.

Transformar el intercambio de documentos a través de eBL acelerará la digitalización para beneficiar a los clientes, bancos, autoridades aduaneras/gubernamentales, proveedores de servicios de transporte marítimo y todas las partes interesadas de la cadena de suministro marítimo.

“La digitalización del comercio internacional tiene un gran potencial para la economía mundial al reducir la fricción y, a medida que el comercio trae prosperidad y el eBL permitirá aún más el comercio, ayudando a sacar a millones de personas de la pobreza. 

Esto anuncia el comienzo de una nueva era en el envío de contenedores a medida que la industria hace la transición a la automatización a escala y al comercio totalmente sin papel», dijo Thomas Bagge, CEO de DCSA.

Y agregó que: «La digitalización de documentos tiene el poder de transformar el comercio internacional y requiere la colaboración de todas las partes interesadas. Aplaudo el liderazgo de nuestros miembros al unirse para lograr este importante hito”.

Los signatarios del compromiso fueron: Soren Toft, CEO, MSC Mediterranean Shipping Company, Vincent Clerc, CEO AP Moller -Maersk, Olivier Nivoix, Vicepresidente Ejecutivo del Grupo CMA CGM, Rolf Habben Jansen, CEO, Hapag-Lloyd, Jeremy Nixon, CEO de ONE, Eric Hsieh, presidente de Evergreen Marine, Cheng-Mount Cheng, presidente y director ejecutivo de Yang Ming, Kim, Kyung Bae, presidente y director ejecutivo de HMM y Eli Glickman, presidente y director ejecutivo de ZIM donde cada uno de ellos destacó la importancia de lograr el objetivo de emisión electrónica de BLs al 2030, democratización del comercio exterior, objetivos climáticos y enormes beneficios en reducción de costos, entre otros puntos.

Origen del BL

El Bill of Lading (BL), o conocimiento de embarque, es el documento más importante en el transporte marítimo de mercancías.

Se trata de un documento que ampara la propiedad de la carga durante su transporte. Justifica la existencia de un contrato de transporte en una operación marítima.

El BL justifica la carga, el puerto de origen, así como el puerto de destino. Es emitido por la línea naviera, el agente de carga o incluso por el capitán del buque.

El conocimiento de embarque acredita que la línea marítima tiene a su cargo las mercancías, y está comprometido a entregarlas en el puerto de destino.

Los orígenes del conocimiento de embarque se remontan al siglo XVI, dentro de una compilación que incluía los usos y costumbres del transporte marítimo en el Mar Mediterráneo Occidental, llamado El Libro del Consulado del Mar.

La evidencia de su origen es una sola hoja extraída del libro de cargamentos que portaba el escribano del buque de carga. Dicha hoja era entregada al cargador que viajaba en la embarcación.

La hoja fungía como título de prueba, sin embargo, no fue hasta el siglo XVII cuando se convirtió en título de valor y comenzó a utilizarse de manera comercial.

El Libro del Consulado del Mar o Libro del Consulado de Mar es un compendio de leyes de derecho marítimo que rigió durante siglos el comercio en el Mediterráneo. De origen valenciano, fue traducido a gran cantidad de lenguas y ha servido como base para la legislación marítima internacional actual.

Al establecer el rey Pedro III el Grande, en 1283, el primer consulado del mar de España en Valencia, ordenó que este aplicase los usos y costumbres marítimos de Barcelona, que se llamaban costums de mar y que no habían sido aún codificadas, aunque existía en Barcelona otra compilación de normas marítimas denominadas Ordinacions de Ribera, que eran lo que hoy se llamaría Normas de Policía del Puerto y Aguas Litorales.​

El mérito del Libro del Consulado del Mar o Llibre del Consolat de Mar radica en que es la primera obra que recopila las leyes y costumbres marítimas dispersas de los derechos romano, griego, bizantino, rodio, italiano, francés y español.​

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